l ¿Se ha reactivado la llegada de pateras?
–Todos los años, salvo en Canarias donde el movimiento es muy extraño, hay un número similar de cayucos. Nos tenemos que preguntar qué está pasando en África, por qué salen las pateras. Un africano me dijo: «Vosotros todavía no sabéis lo que es una crisis». Por eso, a pesar de la difícil situación europea, siguen llegando.
l ¿Han cambiado las rutas en los últimos años?
–La travesías han cambiado porque están siendo más controladas por Europa. Hace pocos años llegaban más a Cádiz. Sin embargo, ahora cada vez hay más rutas a Granada, Almería, Murcia e, incluso, Alicante. El crecimiento del Sistema Intensivo de Vigilancia (SIV), con su gran inversión, debería ofrecer mejores resultados. Tenemos que replantearnos la política de control de fronteras.
l ¿De qué manera se actúa ante la llegada de pateras?
–En principio, se identifica la patera y se remolca hasta tierra. A la llegada se protege sanitariamente a todas las personas que llegan, posteriormente pasan a disposición judicial. Los menores de edad son enviados a centros de internamiento para su repatriación que, en la mayoría de los casos, es inmediata.
l ¿Es habitual la llegada en esta época del año?
–En las épocas de mar más tranquilo aumenta la llegada de cayucos; aprovechan el buen tiempo. Las diferencias económicas entre África y Europa son enormes. Probablemente estas personas saldrían hace algunos años de su país de origen rumbo a las costas marroquíes para dar el salto soñado a Europa. Marruecos debe ser un agente de control de fronteras.
 
Mikel Araguás
Secretario General de Andalucía Acoge