La Guardia Civil avistó durante la madrugada del martes grandes grupos de inmigrantes en las zonas próximas a Melilla aunque no han llegado a acercarse a la valla perimetral.

Según informaron ayer a Efe fuentes policiales, se calcula que en varios grupos podría haber hasta 600 subsaharianos, que han realizado movimientos durante la noche por distintos puntos.

La situación en la frontera es de «máxima alerta» debido a la extrema presión migratoria que ha sufrido Melilla en las últimas semanas y que se ha acrecentado tras los últimos asaltos registrados la semana pasada y ayer.

La colaboración marroquí está siendo fundamental para evitar nuevos intentos de entrada, como el protagonizado el martes por unos 50 subsaharianos, de los que al menos 5 consiguieron entrar.

Marruecos está realizando redadas para alejar a los inmigrantes de las zonas próximas a Melilla, si bien los últimos datos facilitados hablaban de la presencia de una bolsa de unos mil subsaharianos en las cercanías de la ciudad autónoma. La situación es «límite», ya que los inmigrantes buscan «a la desesperada» acceder a territorio español, ante la llegada del invierno y el endurecimiento de las condiciones que deben soportar en Marruecos, según las fuentes.

Comparación con Ceuta

Esta situación que se está viviendo en Melilla difiere mucho con la que se vive en Ceuta, que ha recibido durante lo que va de 2012 a un total de 517 inmigrantes indocumentados, un 55 por ciento menos que durante los diez primeros meses de 2011, cuando lograron acceder a su territorio un total de 1.142, un 85 por ciento procedentes del África subsahariana, según los datos facilitados este martes a la agencia de noticias Europa Press por la Delegación del Gobierno de esta ciudad.