Con la esperanza puesta en el tranvía

Las Provincias, 22-10-2012

ALICANTE. «Virgen del Remedio es como la ONU. Hay población inmigrantes de todos los países, lo que le convierte en el barrio Alicante, si no con el mayor número de extranjeros, en uno de los primeros». De esta manera gráfica, María Eva Coloma, presidenta de la asociación de vecinos de este barrio de la zona norte de la ciudad, expresaba uno de los rasgos que identifican a Virgen del Remedio, su multiculturalidad. Algo que se aprecia a diario en las calles y plazas del barrio, y nos acerca a la realidad de este núcleo de población en el que, según el padrón municipal del año pasado, de los 16.665 habitantes que tiene el barrio, más de 5.830 son extranjeros procedentes de 80 países.

Una amalgama de razas y culturas que ha contribuido a crear una imagen estereotipada de Virgen del Remedio como un barrio conflictivo. Por ello, la representante vecinal resaltó que hay que erradicar este prejuicio generalizado y destaca la normal convivencia que existe entre todos los residentes, algo a lo que han contribuido la asociación y otras entidades, especialmente los colegios e institutos de enseñanza, que han realizado una importante labor de integración de los inmigrantes .

Ahora el anuncio de la autorización municipal a la comunidad islámica para la construcción en un edificio de la calle Pino Santo de un centro cultural y administrativo, que contaría con una gran mezquita, ha creado ciertas reticencias que el tiempo parece mitigar. Una actuación que generará una gran actividad y el tránsito de personas, por lo que los vecinos reclaman medidas que contribuyan a que no se altere la vida del barrio. También, como recuerda el presidente de la asociación vecinal de Virgen del Remedio Bajo, Julián Martínez, a que se rescate y proteja el mural de Gastón Castelló de la fachada del edificio.

Muchos vecinos recuerdan vivamente la década de los años 60 del pasado siglo, en los que se construyó el barrio de Virgen del Remedio. Iniciativa favorecida por la creciente demanda de viviendas baratas por parte de una población emigrante, principalmente de Andalucía y Castilla La Mancha, que vino a Alicante buscando trabajo en sectores como la construcción, el turismo o la industria. Por entonces se construyeron más de 7.000 viviendas repartidas en bloques que ejecutó la empresa Cobensa en cuatro fases, que carecía de servicios y espacios de convivencia.

Un barrio de la periferia muy populoso que en estos años ha logrado importantes mejoras en la calidad de vida de sus habitantes, como amplios espacios y zonas verdes, equipamientos sociales, culturales, educativos y deportivos, e infraestructuras viarias que han permitido una mejor conexión con el resto de la ciudad. Ahora la crisis económica ha dejado el barrio en una delicada situación, pues un gran porcentaje de su población, muchos de ellos jóvenes cualificados, está en paro y no encuentra ninguna salida laboral.

Dos años hace ya que los vecinos del barrio de Virgen del Remedio pusieron todas sus expectativas en la puesta en marcha de una infraestructura ya ejecutada como es la línea 2 del tranvía metropolitano (TRAM), que enlaza el centro de la ciudad con los barrios de la zona norte y la Universidad. Todos esperan que arranque cuanto antes porque están convencidos de que puede hacer realidad un sueño como es que el barrio se convierta en una extensión del campus universitario y se llene de estudiantes, algo que, a su juicio, impulsaría una auténtica transformación del barrio. Pero como dicen los residentes, «nuestro gozo en un pozo». Después de soportar los inconvenientes de las obras de instalación de la plataforma tranviaria, «ahora vemos como todas las instalaciones del tranvía, en las que se han gastado cien millones de euros, permanecen sin funcionar y lo que es peor, el dinero que se está gastando en el mantenimiento de algo que no funciona y no tiene ninguna rentabilidad», indican los vecinos y comerciantes consultados.

Coloma considera que «en los tiempos que corren, este despilfarro debería de tener consecuencias no solo políticas para los responsables de este desaguisado, sino también penales». Pedro de Gea, empresario de Virgen del Remedio y expresidente del Colectivo de Comerciantes por Alicante, afirma que esta infraestructura es fundamental para que el barrio recupere su dinamismo, especialmente ahora que la población latinoamericana está volviendo a sus países de origen como consecuencia de la crisis y se está despoblando el barrio.

Las críticas vecinales se hacen extensivas al incumplimiento de las promesas del Ayuntamiento y la Generalitat de acometer las obras previstas en el plan de rehabilitación de los barrios de la zona norte del que se beneficiarían más de 700 viviendas. Una actuación que, aunque son conscientes de que la actual situación no es propicia para grandes proyectos, califican de primordial porque incluye la posibilidad de instalar ascensores que facilitaría la movilidad de la población mayor.

Los comerciantes reclaman mejoras en el barrio que contribuyan a dinamizar el comercio. Entre ellas, la creación del mercado de Lo Morant , que acumula un retraso de casi cinco años, o el control de la apertura de establecimientos sin licencia en los bajos de los bloques de pisos.

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