ALICANTE. La población inmigrante que reside en la ciudad de Alicante procede mayoritariamente de países sudamericanos. Según las tablas estadísticas del padrón de habitantes, en la última década su número fue incrementándose sin tregua hasta superar los 20.000 en el año 2009, lo que en cifras porcentuales se tradujo en un 40% del total de extranjeros afincados en el municipio. No obstante, a partir de esa fecha, coincidiendo con el recrudecimiento de la crisis, su presencia comenzó a descender de manera importante. En los últimos dos años, el censo registra 3.314 ciudadanos de origen sudamericano menos, aunque las cifras oficiales quedan desfasadas por una realidad que cambia cada día.

«De forma permanente se están yendo familias enteras y cada día más. La situación es tan agobiante que no tienen más remedio que salir», apunta el presidente del Grupo de Acción y Desarrollo Solidario de Alicante Gades, Luis Carlos Acero. «Solo en nuestra asociación se han marchado ya cerca de 500 personas porque no consiguen un trabajo y no pueden pagar sus hipotecas», afirma.

Según el presidente de esta asociación de apoyo al colectivo de inmigrantes sudamericanos, normalmente acaban regresando a sus lugares de origen, pero hay quien opta por buscar una alternativa en comunidades autónomas vecinas o en países como Francia, Gran Bretaña, Suecia y Suiza, aunque allí se encuentran con dos dificultades añadidas: el idioma y una legislación distinta a la española en materia de inmigración. «Desde la asociación lo que intentamos es ayudarles a volver a sus países de origen. En la mayoría de los casos es la mejor opción, ya que allí tienen su arraigo y sus raíces. De hecho estamos trabajando, por ejemplo, con Colombia en un proyecto de retorno voluntario que contempla la posibilidad de encontrarles empleo en el sector rural de su país para que el regreso se produzca con ciertas garantías», explica.

Colombia es el país del que procede la mayor parte de los inmigrantes sudamericanos censados en la ciudad de Alicante, y muchos de ellos son originarios de las zonas donde se concentran las grandes plantaciones de café. Según el padrón municipal, tras Colombia se sitúa Ecuador y Argentina, seguidos a cierta distancia por Bolivia y Paraguay. La población sudamericana se encuentra dispersa. Donde más se concentra es en Carolinas y Virgen del Remedio, aunque su presencia es también significativa en otras zonas como Campoamor, el Pla, Los Ángeles, Altozano y San Blas.