Más de 300 inmigrantes tratan de asaltar la valla de Melilla a la vez

Tres intentos en dos días se saldan con la entrada de 120 extranjeros en la ciudad

El Mundo, PAQUI SÁNCHEZ MELILLA CORRESPONSAL, 17-10-2012

La entrada de 120 inmigrantes ilegales, varios heridos entre guardias civiles, policías y subsaharianos y la rotura de 40 metros de la valla de Melilla son las consecuencias de las dos avalanchas que ha sufrido el perímetro fronterizo en sólo 26 horas, un tiempo en el que 400 inmigrantes han intentado entrar en España de un solo salto. Los dos intentos se han producido a plena luz del día, a diferencia de lo que suele ser habitual.

El lunes lo intentaron 100 y lo consiguieron 20. Pero en el asalto de ayer al mediodía participaron 300 sin papeles, que escalaron la valla «de forma coordinada y al unísono» a la altura del cauce del río de Oro, según fuentes de la Delegación del Gobierno, que calificó el asalto como «una invasión en toda regla».

Algo más de 100, un tercio del total, entraron y protagonizaron carreras desesperadas para huir de los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que ayer se tuvieron que emplear a fondo.

Los inmigrantes , que llegan a Melilla con la lección aprendida, se dispersaron por diferentes barrios y, en su huida, se fueron descamisando para evitar que los agentes pudieran atraparlos por la ropa. Un grupo de menos de 10 se fue directamente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Otra veintena se fue hacia el barrio de la Constitución, donde provocó alarma entre los vecinos. En la Cañada de Hidum, el barrio más deprimido de Melilla, los inmigrantes recibieron la solidaridad en forma de agua y comida.

El mayor grupo, formado por unos 30 sin papeles, avanzó por el cauce del río de Oro y al grito de «libertad, libertad», trató de negociar con la Guardia Civil y la Policía porque buscaba su traslado al CETI.

Al final, los inmigrantes desistieron y fueron convencidos por los agentes para ir a la Comandancia de la Guardia Civil, ya que algunos estaban heridos y tuvieron que ser asistidos allí mismo, entre los matorrales.

Algunos de sus compañeros los llevaron en volandas hacia la casa cuartel. Otros pudieron llegar cojeando, mientras los demás saludaban a quienes asistían a la escena desde lo alto del conocido como puente del Tesorillo.

En total, según la Delegación del Gobierno, cuatro de los subsaharianos recibieron atención médica por contusiones leves. Dos guardias civiles también resultaron lesionados, uno con un esguince en la rodilla y otro con una contusión en la mano izquierda. El lunes, otros agentes también resultaron heridos, uno de ellos en una muñeca.

A los daños personales se suman también los materiales. Si en el primer asalto las pedradas rompieron las lunas de un coche de la Guardia Civil, ayer un tramo de 40 metros de valla se vio dañado en su parte superior, concretamente en el muelle antitrepa, uno de los muchos sistemas anti-intrusión de los que fue equipado el perímetro fronterizo en 2005.

Por la noche, sobre las 23.00 horas, otros 50 inmigrantes protagonizaron un tercer intento de cruzar la valla, pero en este caso fueron interceptados a tiempo por la policía marroquí.

Durante cinco años, la valla de Melilla fue impenetrable. A partir de octubre de 2010, los intentos empezaron a darse con cuentagotas y en grupos muy reducidos. Pero este año está cambiando la dinámica y sólo en septiembre se registraron cinco asaltos, todos ellos aprovechando que la valla es más vulnerable en los cauces del río de Oro y el río Nano.

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