navarra no tiene 'turismo sanitario'

Salud cobró casi tres millones de euros el pasado año a personas sin derecho a asistencia sanitaria

navarra no tiene 'turismo sanitario' salvo casos puntuales relacionados con trasplantes La intervención más cara en Osasunbidea es el trasplante de corazón, por el que factura unos 140.000 euros

Diario de Noticias, m. gonzález, 16-10-2012

El Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea ingresó el pasado año 2,8 millones de euros por prestación de servicios en sus centros y establecimientos asistenciales a personas que carecían de tarjeta sanitaria, principalmente no residentes en la Comunidad Foral o no incluidas en el régimen sanitario común.

pamplona. En el primer semestre del año, el SNS-O ha facturado 1,4 millones por el mismo concepto. El departamento de Salud descartó que estas cifras apunten a un problema de turismo sanitario en Navarra, una de las cuestiones que se encuentran tras el Real Decreto de medidas urgentes para el sistema sanitario impulsado por el Gobierno del PP y que ha conducido a la exclusión del Sistema Nacional de Salud de los inmigrantes sin papeles, que en Navarra gozarán de regulación específica. “Es cierto que el Real Decreto se hace en clave de regular la universalidad del acceso a la sanidad y en esa regulación consideran que es un problema para el país el turismo sanitario, y lo dimensionan en 1.000 millones de euros, de acuerdo con los datos del Tribunal de Cuentas. Obviamente la situación en Navarra es diferente porque aquí no estamos afectados por ese problema”, sostuvo la consejera de salud, Marta Vera.

Los precios que Salud cobra por los servicios sanitarios a las personas sin derecho a la gratuidad están recogidos en una resolución de 2010 que precisa que deben aumentarse en función del IPC (2,6% en 2011). Las aplicación de las tarifas tiene excepciones, así, en caso de existir convenios o conciertos con otros organismos o entidades, como sucede en el caso de centros privados como la Clínica Universidad de Navarra, el Hospital San Juan de Dios o la Clínica San Miguel, se reclama el importe de la asistencia prestada de acuerdo con los términos del convenio o concierto. También están excluidos de la aplicación de las tarifas los actos o servicios médicos de carácter eminentemente preventivos, como vacunaciones, o epidemiológicos.

reducción de tarifas La resolución explicita que las personas obligadas al pago de la prestación sanitaria cuyas circunstancias socioeconómicas, especialmente la falta de recursos, les impidan hacer frente al pago de la asistencia y no tengan reconocido el derecho a la asistencia pública pueden solicitar la reducción o exención del pago. Las reducción de las tarifas puede ser del 25% o del 50% en razón de los recursos económicos limitados que se acrediten, y total para las personas sin recursos. El pago debe realizarse en el plazo de un mes a contar desde la notificación de la factura y las deudas se exigen por procedimiento administrativo de apremio.

Los procedimientos más caros en la sanidad son, con carácter general, los trasplantes el de corazón en la sanidad pública navarra cuesta unos 140.000 euros, el de pulmón, unos 125.000 euros, el de hígado algo más de 115. 000 euros, el de páncreas, unos 70.000 euros, el de riñón, unos 40.000, de ahí que los pocos casos de turismo sanitario que se registran en Navarra se den en este campo o en servicios relacionados, como la hemodiálisis. El coste, sin embargo, no es la única razón que explica la aparición de estos casos de turismo sanitario. La falta de donantes en otros países y la buena gestión de las listas de espera en Navarra y el Estado lleva a los enfermos de otros países o a sus familiares a intentar que sean intervenidos en España. Navarra no ha sido ajena a este fenómeno, aunque lo ha sufrido de forma muy puntual y en retroceso por los aumentos en los sistemas de control. “Ha habido algún caso, pero no una situación como la que se da en las autonomías con costa, como Catalunya, Andalucía o la Comunidad Valenciana. En Navarra se han dado situaciones aisladas como extranjeros que han traído a sus padres o madres porque en sus países no entraban en procedimientos de diálisis”, explicó Juan José Unzué, coordinador de trasplantes en la Comunidad Foral hasta esta primavera y que ha ocupado el cargo durante siete. “Un caso curioso es el de una francesa que vino con la idea clara de trasplantarse en Navarra, se empadronó en Pamplona y se trasplantó. Más recientemente se atendió a un brasileño al que remitimos a Brasil, pero son casos muy esporádicos”, insistió Unzué, quien también confirmó la existencia de picaresca. “Un hombre se incluyó en dos listas, la de Canarias y la de Navarra, pero fue descubierto”, apuntó. El excoordinador de trasplantes destacó que el control en este campo tanto en Navarra como en el Estado cada vez es mayor, razón por la que ahora es casi inexistente el turismo sanitario.

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