ALICANTE. Es, probablemente, la patera con mayor proporción de menores a bordo que hasta la fecha ha llegado a la provincia de Alicante. Las pruebas médicas realizadas determinaron ayer que once de los catorce inmigrantes que viajaban en la embarcación de la que fueron rescatados el sábado por la tarde, frente al faro de Santa Pola, son menores, con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años. Así se desprende de los análisis radiológicos efectuados al grupo de norteafricanos.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana indicaron que todos los auxiliados son de origen argelino. Los menores han sido conducidos al centro de menores de Alicante y los tres adultos restantes serán trasladados al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia para, posteriormente, ser repatriados.

La patera fue avistada por un mercante a unas 25 millas del faro de Santa Pola en torno a las 18.00 horas del sábado. Inmediatamente se movilizaron un helicóptero y una embarcación de Salvamento Marítimo, así como otra embarcación de la Guardia Civil.

Aunque en un primer momento se pensaba que todos los tripulantes podrían ser mayores de edad, a su llegada al puerto de Alicante manifestaron ser menores, algo que quedó ratificado 24 horas más tarde con las pruebas radiológicas.

Cruz Roja desplegó un dispositivo de asistencia humanitaria en el puerto de Alicante para la evaluación sanitaria de los inmigrantes formado por ocho voluntarios, entre sanitarios, conductores de ambulancia, un jefe de equipo y un traductor, según expuso la organización humanitaria.

El coordinador del Equipo de Respuesta en Emergencias de Atención a Inmigrantes en Costa de Cruz Roja en Alicante, Andrés Chessa, manifestó que todos los tripulantes de la embarcación presentaban un buen estado de salud, aunque fue necesario trasladar a uno de ellos a un centro hospitalario «por presentar una infección cutánea generalizada» y una «descompensación de sus constantes vitales».

Los inmigrantes relataron a los miembros de Cruz Roja que habían permanecido a la deriva en el mar desde el pasado miércoles, tras agotar toda su gasolina. De hecho, Chessa precisó que algunos de ellos presentaban «quemaduras en los glúteos y zona baja de la espalda, producidas por una reacción a la combinación del agua salada del mar y el combustible de la embarcación, una reacción que provoca graves irritaciones en la piel».

Además de la asistencia sanitaria, Cruz Roja proporcionó a los 14 varones alimentación, bebida, kits de higiene y ropa nueva de abrigo. La Policía Nacional, competente en materia de extranjería, se hizo cargo de la custodia de los inmigrantes, quienes trataban de entrar en España de manera irregular.

La patera del sábado es la quinta que este año arriba a las costas de la provincia de Alicante. El naufragio de una de ellas, hace ahora prácticamente un mes, provocó la muerte de uno de sus ocupantes y la desaparición de otros dos.