La crisis económica que se ha instalado en España no pasa desapercibida para nadie. Tampoco en Euskadi, pese a que la tasa de paro de esta comunidad es la mitad que la del resto del país. De hecho, casi la mitad de las familias vascas – el 42% – dice que su situación económica ha empeorado en los últimos años. Pero es que, además, tres de cada diez ciudadanos la califican de «mala» directamente. Sin paliativos.

Esta pesimista percepción de la actual coyuntura está recogida en el ‘Informe socioeconómico de Euskadi 2012’ que ha elaborado el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) con la colaboración de 23 especialistas de la Universidad del País Vasco (UPV), así como de la de Deusto. El estudio fue presentado ayer por el director de Eustat, Javier Forcada, y los dos coordinadores de la obra, Cristina Lavía y Felipe Serrano.

La investigación constata que el fenómeno de la inmigración – representa el 6,5% de la sociedad vasca – es insuficiente para poner fin al estancamiento de una población envejecida. El perfil predominante de los extranjeros es el de mujer latinoamericana, ya que supone la cuarta parte del total de extranjeros. Tres cuartas partes de ellos piensa en asentarse definitivamente en Euskadi.