España y Marruecos celebran hoy en Rabat su décima cumbre bilateral con el objetivo de demostrar que la relación entre ambos países está ahora en uno de sus mejores momentos y con el propósito de reforzar su colaboración en distintos ámbitos. El Gobierno de Mariano Rajoy ha confirmado que tratará en esta Reunión de Alto Nivel, a la que acuden hasta siete ministros españoles, de dar contenido efectivo a la relación estratégica existente entre ambos países.

Sin embargo, y a pesar de que el Ejecutivo tenía previsto abordar en ese marco asuntos relacionados con la frontera de Melilla y sus problemas en materia de inmigración, el Gobierno de Rabat anunció la semana pasada que no tocaría el tema en la cumbre bilateral. Marruecos afronta esta reunión como una oportunidad para plantear nuevas posibilidades económicas y abrir vías de cooperación.

La decisión de dejar al margen los problemas de la frontera mereció hace unos días la valoración de PSOE y CpM; también la del coordinador en Melilla de Unión, Progreso y Democracia, que reconoció ayer que su partido no acudiría a la Reunión de Alto Nivel con Marruecos si finalmente el Gobierno de Rabat se negara a hablar de la frontera. Emilio Guerra, que está convencido de que para resolver ese tipo de problemas es necesaria una estrecha colaboración, insiste en que su formación estaría dispuesta a no abordar ningún otro asunto si no se trata en esa cumbre bilateral todo lo relacionado con la frontera entre ambos países.