El ‘mantero’ acusado de herir gravemente a dos policías locales de Alicante se encuentra en libertad provisional tras satisfacer la fianza de 500 euros que le impuso hace unos días el juez que investiga la agresión. El auto que revoca la situación de prisión está fechado el pasado día 10 y se asienta en «lo avanzado de la instrucción y la falta de comparecencia del testigo protegido» cuyo testimonio condujo a la detención.

La medida fue adoptada por el magistrado instructor con el apoyo expreso del Ministerio Fiscal. El citado testigo, un compatriota del senegalés detenido, sí acudió el pasado lunes al juzgado e identificó en una rueda de reconocimiento a Serigne N., como el hombre que golpeó con una silla en la cabeza a uno de los funcionarios municipales.

El inmigrante arrestado está imputado por delitos de lesiones y atentado y se presentó por su propio pie a la práctica de esa diligencia. El viernes anterior, Serigne N., defendido por el abogado Alberto Rodríguez Rozalén, había abandonado el Centro Penitenciario de Fontcalent tras abonar el importe de la fianza. Los hechos que desencadenaron un cisma en la relación de la colonia senegalesa con la sociedad alicantina y sus instituciones ocurrieron pasadas las once de la noche del 4 de agosto pasado, cuando varios policías municipales se disponían a identificar a un grupo de vendedores ambulantes de la Explanada.

El atestado, al que ha tenido acceso ahora este diario, recoge los movimientos de la unidad Fox de la Policía Municipal, que tiene encomendada la prevención de la venta ambulante y la piratería.

Los agentes, que previamente habían recibido dos avisos a través de la central, se dividieron para acercarse a su objetivo. Tres de ellos entraron al paseo por la Rambla y otros cuatro por la calle Bilbao. Todos iban sin uniformes. La escena que se registró a continuación era idéntica a la de otras tantas veces. Los ‘manteros’ advierten la presencia policial y «recogen todas sus pertenencias». Sin embargo, continúa el atestado, «en vez de salir huyendo como hacen habitualmente, se reagrupan, siendo unos pocos los que salieron huyendo en diversas direcciones». Los policías actuantes, al menos los cuatro que comparecieron horas después en la comisaría provincial del Cuerpo Nacional de Policía, sostienen que la mayoría de vendedores empuñaba «objetos contundentes como palos con clavos, sillas, barras de hierro, etc.», objetos con los que les amenazaron e hicieron frente.

Uno de los municipales salió en persecución de uno de los inmigrantes y tuvo que «sacar su defensa extensible para contenerles». Al girarse, vio a sus compañeros con identificación profesional E – 19 y G – 512 «rodeados y atacados por unos quince vendedores muy agresivos, armados con diversos objetos». A continuación, el primero de esos policías recibe «un fuerte golpe en la cabeza con una silla de madera plegable y cae desplomado al suelo, quedando inconsciente». El otro agente sufre una agresión por la espalda, mientras que «todos los atacantes salen huyendo a la carrera en distintas direcciones».

El propio Serigne N. fue apresado en ese momento, aunque quedó en libertad provisional por falta de pruebas. Dos semanas después, volvió a ser apresado, esta vez en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia, donde aguardaba para ser expulsado de España. La declaración de un testigo protegido le incriminó.

Días antes del arresto, el ministro de Asuntos Exteriores de Senegal, Alioune Badara Cisse, se reunió con el alcalde accidental de Alicante, Andrés Llorens, para pedir disculpas, «restablecer el clima de convivencia» y anunciar que colaboraría en la identificación de los culpables. El presunto autor material de la agresión a los policías locales está imputado en la causa junto a otro ‘mantero’, quien también está en libertad provisional por estos hechos. Serigne N. niega haber golpeado a los funcionarios municipales. «Yo no soy el de la silla», dijo al juez el 17 de agosto, al tiempo que aseguraba que ni si quiera estaba cerca del lugar de la agresión.