Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer por la tarde a un matrimonio de origen chino, acusado de un homicidio que ha convulsionado Sabadell. La pareja, padres de una niña, regentaba desde hace muchos años el bar Barón, en la calle Vinhamala, del barrio de la Planada del Pintor, en una zona donde hay muchos vecinos de etnia gitana, a la que pertenecía la víctima.
Según testigos presenciales, hacias las 20 horas tres jóvenes de etnia gitana entraron en el establecimiento. “Eran clientes habituales y algo muy gordo debió ocurrir entre ellos y el matrimonio porque hubo una discusión. El tema, al parecer, venía de lejos”, afirma un vecino. Este mismo testigo asegura que “el marido cogió una catana o un cuchillo jamonero y le causó una tremenda herida en el cuello a uno de los jóvenes”. El cuerpo de la víctima quedó tendido en el interior del bar, en medio de un gran charco de sangre.

El varón fue detenido como presunto autor material de la cuchillada; su esposa también fue llevada a comisaría. La noticia corrió como la pólvora y “unos 200 jóvenes del barrio de Can Puiggener acudieron a la zona pidiendo justicia”, según los vecinos. Los Mossos enviaron 70 agentes antidisturbios para evitar males mayores. Los agentes montaron una barrera humana para intentar impedir que los ánimos se calderan aún más. Los más exaltados reclamban venganza. Cerca del bar donde ocurrrieron los hechos hay algunos bazares chinos, que recibieron protección policial. Varias calles fueron cerradas al tráfico. El levantamiento del cadáver no se produjo hasta pasada la medianoche. El matrimonio chino fue trasladado a la comisaría de los Mossos de Sabadell, donde fueron interrogados por agentes de Homicidios. En los próximos días serán puestos a disposición judicial. Decenas de curiosos se agolparon en la zona. Los vecinos estaban conmocionados y explicaban que la pareja era muy tranquila y trabajadora. El alcalde de Sabadell, Manuel Bustos, se personó en el lugar nada más conocer los hechos.