Asegura el fiscal que este matrimonio tenía un compinche de nacionalidad marroquí que viajaba a su país ofreciendo a compatriotas un contrato de trabajo, así como el permiso de residencia, a cambio de 10.000 euros. Fueron muchos los que cayeron en la trampa, según el escrito de la acusación, pues al llegar a España no tenían ni empleo ni recurso alguno para subsistir.

Por todo ello, esta pareja ocupará la próxima semana el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial para responder por un delito contra el derecho de los trabajadores extranjeros por el que el fiscal pide que sean condenados a siete años de prisión, así como que indemnicen a los cinco perjudicados (la acusación pública sostiene que son muchos más, pero solo a estos se localizó).

Los hechos se remontan al 2007. El fiscal, en su escrito de calificación, manifiesta que el principal imputado trabajaba para un negocio de instalaciones y reparaciones eléctricas en Vilaboa (Culleredo). Gracias a eso, tenía acceso a los datos de la empresa, lo que le permitía formalizar la documentación de oferta de trabajo. Mientras todo eso hacía, supuestamente, su compinche marroquí viajaba a Marruecos, donde ofrecía a compatriotas un trabajo, alojamiento y el correspondiente permiso de trabajo. A cambio, tenían que entregarle 10.000 euros. «Fueron muchos los engañados», sostiene el fiscal, pero solo se tiene constancia de cinco.

Firma

Una vez que le daban el dinero, viajaban a España con la oferta de trabajo y el hombre los alojaba en un piso de A Coruña. A los pocos días, el procesado, presuntamente, les pedía que le firmasen un papel. En realidad, estaban rubricando el cese voluntario del empleo, dejándolos en la calle sin recursos de ningún tipo.