Un grupo de viticultores de Valladolid lamentó ayer que haya españoles en paro que no estén dispuestos a vendimiar por unos seis euros y medio la hora, un salario que sí que asumen sin problemas los inmigrantes .

Durante una rueda de prensa en Valladolid, estos agricultores de la Unión de Campesinos de Castilla y León criticaron además las trabas de la Administración para que sus familiares puedan trabajar ocasionalmente en el campo durante la recogida de la uva.

Juan Antonio Alonso, con viñedos en la Denominación de Origen Cigales, afirmó que hay españoles en paro que ahora sí que acuden a la vendimia, debido a la situación de crisis económica. Sin embargo, otros no quieren este trabajo «o solo quieren ir sin papeles» para seguir cobrando el paro, «y así te la juegas», ha comentado al respecto Luis Antonio Arranz, de Ribera del Duero. Por ello, los viticultores tienen que recurrir para la recogida de uva a inmigrantes que estén en situación regular en España, que en las zonas de producción vitícola de la región suelen ser principalmente búlgaros, rumanos y marroquíes, con salarios que rondan los seis euros y medio la hora. Otro viticultor, Ignacio Martín, de la Denominación de Origen Rueda, reclamó mayor flexibilidad a la Administración para que los familiares de los viticultores puedan ayudar en la vendimia. Al respecto, los viticultores han coincidido en señalar que no se trata de cometer ninguna irregularidad, porque los familiares han hecho esta labor «toda la vida», sino de que la Seguridad Social entienda que el trabajo en el campo depende de las condiciones del tiempo y de un día para otro se puede necesitar mano de obra que no puede esperar a trámites burocráticos.

La vendimia en las denominaciones de Ribera del Duero, Rueda y Cigales se presenta este año con retraso, con una merma de producción de entre el 10 y el 20 por ciento y sin que necesariamente una menor cosecha garantice unos mejores precios de la uva, según los datos ofrecidos por el responsable de la Unión de Campesinos de Castilla y León en Valladolid, Ignacio Arias.