El buque de la Armada ‘Relámpago’, desplegado desde el pasado agosto en aguas cercanas a Somalia en el marco de la ‘Operación Atalanta’ contra la piratería, socorrió el pasado fin de semana una embarcación en la que viajaban 68 inmigrantes y que se encontraba a 60 millas de la costa, según informó ayer el Ministerio de Defensa en un comunicado.

El navío español fue alertado por un avión de patrulla marítima japonés de que una pequeña embarcación se encontraba flotando a la deriva en un área cercana tras haberse parado su motor fueraborda. Una vez comprobada la situación por el helicóptero que viaja a bordo del ‘Relámpago’, el buque puso rumbo a toda máquina hacia el esquife para prestar auxilio a sus ocupantes.

Tras una primera valoración, los militares españoles optaron por remolcar la embarcación hacia el puerto somalí de Bossaso, desde donde había partido rumbo a Yemen. Sin embargo, y ante las malas condiciones climáticas, se optó por subir a los inmigrantes a bordo del ‘Relámpago’ ante el temor de que su barco se fuera a pique, una operación que se prolongó durante más de dos horas.

Ésta es una acción poco habitual en los buques militares y que por motivos de seguridad solo se realiza cuando existe serio peligro de que se pierdan vidas. Una vez a bordo, se efectuó un recuento exhaustivo confirmándose que se trataban de 68 personas de nacionalidad etíope y somalí, 15 de ellas mujeres , incluida una embarazada, y seis menores de edad que fueron agrupadas en la cubierta de vuelo donde recibieron atención médica y se les facilitó comida y bebida.

Tras llegar a su destino, el ‘Relámpago’ entregó a los náufragos a las autoridades de Putland, región autónoma del norte de Somalia. Después, retomó sus labores de vigilancia antipiratería en aguas del Índico.