Al menos 59 personas han muerto tras hundirse un barco pesquero frente a las costas de Turquía con más de un centenar de refugiados sirios e iraquíes en su mayoría a bordo. Hasta el momento 46 personas han sido rescatadas con vida.

Según confirmó el Gobierno turco, que se ha hecho cargo de las operaciones de salvamento, “más de la mitad” de las víctimas son niños. El accidente tuvo lugar cerca de la ciudad de Esmirna, en el mar Egeo.

La agencia privada Dogan informó a primera hora de que el barco pudo chocar contra un arrecife tras alejarse unos 50 metros de la costa.

Según el testimonio de los supervivientes, en el barco se hallaban unas 100 personas. La mayoría de las muejeres y niños intentaban resguardarse del frío en la bodega del barco, cuando sobrevino el desastre. Todos los pasajeros serían de nacionalidad siria o iraquí.

Tras ser informados por los rescatados, las fuerzas de la gendarmería turca lanzaron una operación y detuvieron a dos ciudadanos turcos que consideran responsables del barco. Según los testimonios de los refugiados, éstos habían pagado a los dos organizadores para que les llevasen de forma clandestina a Inglaterra.