El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación está convencido de que trasladar a Melilla a todos los inmigrantes que ocuparon el pasado fin de semana la isla de Tierra hubiera tenido un efecto llamada que, como matizó ayer en Onda Cero, habría echado por tierra todo el trabajo hecho en los últimos meses por los Gobiernos de España y Marruecos. José Manuel García – Margallo anunció también que esta semana viajará a Estrasburgo para poner sobre la mesa la necesidad de buscar al problema de la inmigración «una solución más duradera».

García – Margallo insiste en que la Unión Europea debe colaborar con España y Marruecos en la lucha contra la inmigración ilegal. Asegura que es un problema de ámbito comunitario para el que se buscarán soluciones tanto esta semana en Estrasburgo como el próximo 3 de octubre en Rabat.

Respecto a la decisión de repatriar a los inmigrantes que durante las últimas semanas han ocupado la isla de Tierra, el ministro reconoció ayer que se optó por esa solución porque se hubiera creado en caso contrario un efecto llamada para otros subsaharianos. García – Margallo sostiene que enviarlos a Melilla habría echado por tierra el esfuerzo hecho por España y Marruecos para sellar las fronteras de Ceuta y Melilla.

En declaraciones al programa de Carlos Herrera, el ministro comentó que se pidió la ayuda de Rabat para repatriar a los inmigrantes a pesar de que ninguno de ellos era de nacionalidad marroquí. Además de aclarar que se hizo en aplicación de un convenio firmado en 1992, García Margallo dijo que es la primera vez en la historia que Marruecos hace algo así, un gesto que considera «extraordinariamente generoso».

José Manuel García – Margallo aprovechó para insistir en que las relaciones entre España y Marruecos son «espléndidas». Prueba de ello, apuntó, es que Rabat está colaborando en la lucha contra el tráfico de drogas, ofreció sus aviones para extinguir el incendio de Canarias y ha contribuido ahora a resolver el problema de la isla de Tierra.

CETI

La presión migratoria soportada este verano por Melilla ha hecho que la capacidad de su Centro de Estancia Temporal (CETI) se haya superado en más de doscientas personas y acoja en la actualidad a más de 700 indocumentados llegados irregularmente hasta la ciudad.

A pesar de estos niveles de ocupación, que suelen variar conforme se van produciendo salidas a centros de internamiento de la Península, la Delegación del Gobierno insiste en repetir que la atención de los inmigrantes está asegurada.