Sacyl atenderá a los inmigrantes que residan en situación irregular en la región sin saltarse la orden del Ministerio de Sanidad. Simplemente, la «suavizará». Es lo que Antonio Sáez Aguado, consejero del área, explicará hoy a las asociaciones de profesionales de Atención Primaria y de Medicina de Urgencias, además de la de Enfermería. El protocolo que deberán seguir para que estos extranjeros sin tarjeta sanitaria puedan ser atendidos en los centros de salud de la comunidad contemplará una atención casi completa. Porque no se incluirá la prescripción médica.

Es lo que se recoge en el proyecto de borrador que ha sido remitido a la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (SocalemFyC). Un documento que vendría a confirmas la intención expresada hace apenas dos semanas por el responsable regional de Sanidad. Abogaba por no dejar totalmente desamparado a este colectivo mediante procedimientos de asistencia que, al mismo tiempo, no desobedeciesen las órdenes del Ministerio que dirige la también popular Ana Mato.

Objeción de conciencia

Hasta el momento Sacyl tiene constancia de que alrededor de 150 médicos se han acogido al derecho a la objeción de conciencia para atender a inmigrantes sin papeles desde que la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (más de 1.600 profesionales en todo el país), ofreciese esta posibilidad a mediados del pasado mes de julio.

La incógnita que se plantea ahora es si las medidas esbozadas por la Junta de Castilla y León, pueden llegar a ser consideradas por este grupo de médicos como suficientes para no tener que hacer uso de ese derecho.

Porque, a la espera de que hoy se ponga en común y, por tanto, se conozcan más detalles del protocolo, sí ha trascendido que Sacyl asistiría a estos ciudadanos si sufren un cuadro infeccioso que puede resultar contagioso, caso de la tuberculosis o enfermedades como el VIH y la tuberculosis. También recibirán cuidados médicos en caso de enfermedades graves como insuficiencia renal o respiratoria.

Pero el hecho de que no conlleve la prescripción de medicamentos podría derivar en el incumplimiento de tratamientos que, en el caso de determinadas patologías, podría tener consecuencias graves para los pacientes. Una situación contemplada a nivel nacional y que sería difícil de esquivar en el ámbito de la Comunidad Autónoma. Los inmigrantes tampoco podrían acceder a programas de salud que requieren de un seguimiento continuado. De lo que se sabe del documento tampoco quedaría claro los pasos que deberían seguir los profesionales con aquellos extranjeros que sufran enfermedades crónicas.