Una vía intermedia; eso es lo que ha ideado la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias para garantizar la atención sanitaria a determinados pacientes en situación irregular en España.

Así, pese a que a partir del próximo 1 de enero la reforma sanitaria – puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad – establece que quedarán fuera de los servicios sanitarios públicos y gratuitos todas aquellas personas que no se encuentren de forma legal en España, desposeyéndolas de la tarjeta sanitaria y garantizando la asistencia sanitaria solo en caso de urgencia, embarazo o especialidades pediátricas, en Canarias estos supuestos se ampliarán y también quedará garantizada la asistencia médica en caso de padecer algún tipo de enfermedad infectocontagiosa.

La propia directora general del Servicio Canario de Salud (SCS), Juana María Reyes, confirmó ayer que “Canarias sigue rechazando los recortes previstos por el Estado, pero tendrá que darle cumplimiento”, y anunció que las patologías contagiosas seguirán siendo atendidas sea quien sea el paciente.

Asimismo, hizo una llamada a la calma y anunció que “el Servicio Canario de Salud atenderá con normalidad a aquellas personas que tengan algún tipo de proceso abierto o se encuentren en lista de espera”, asegurando que “se les atenderá cuando les corresponda”.

La Consejería de Sanidad ha mantenido desde el primer momento que sería “respetuosa” con la normativa legal, si bien también ha mostrado públicamente y a través de sus directivos el rechazo a la orden ministerial de restringir la asistencia a aquellas personas que no tuvieran la cualidad de asegurados.

Aunque inicialmente comunicó que no tomaría ninguna decisión al respecto hasta que el Ministerio de articulase la ley y detallara cómo se haría la limitación del derecho a la sanidad pública a las personas sin residencia lega en España, la Consejería ya ha salido el paso de las exigencias que le hacían los propios profesionales sanitarios que desconocían qué es lo que tenían que hacer cuando se les presentara un caso de este tipo.

Con esta medida, la Consejería de Sanidad no solo cumple con la ley, sino que además se hace eco de una de las principales demandas realizadas por los profesionales de la salud que alertaban de que dejar sin atención a los inmigrantes con enfermedades contagiosas podría generar un importante problema de salud pública.

Y es que la tuberculosis, la malaria, la viruela o la lepra con algunas de las enfermedades contagiosas más graves y comunes, a las que habría que sumar el sida, que también lo es pero en distinto grado, puesto que con medidas de profilaxis se puede prevenir. Todas estas dolencias están presentes de forma más notable entre el colectivo de inmigrantes que entre el nacional, debido no solo a que en los países de origen la prevalencia de este tipo de enfermedades es mayor por la ausencia de un sistema sanitario eficaz, sino sobre todo porque, debido a la exclusión social que padecen, gran parte de las personas sin hogar son inmigrantes , lo que multiplica la posibilidad de contagios.