Los GEO de la Policía Nacional protagonizaron ayer un espectacular abordaje en alta mar con el que culminó con éxito la operación Espartana, iniciada hace ocho meses. El buque mercante SV Nikolay navegaba con 21 tripulantes búlgaros a bordo, que custodiaban tres toneladas de la cocaína más pura de Colombia, cuyo primer destino era un puerto de Galicia. Cuatro narcos gallegos y otros seis colombianos éstos, asentados en Madrid fueron arrestados. Todo un despliegue del crimen organizado internacional al servicio del consumidor español.

Agentes de la Policía Nacional interceptaron ayer la entrega de 3.000 kilos de cocaína a un grupo de narcos que esperaba la llegada, a un puerto de Galicia no concretado, de un buque mercante. El cargamento, gestionado por un clan colombiano desde Madrid, fue cargado en algún punto de Sudamérica por una organización de traficantes búlgaros, y debía ser recogido por «conocidos» narcos gallegos que «llevan años trabajando para garantizar la entrada de droga por la Costa da Morte».

La operación Espartana, coordinada por la Unidad contra la Droga y Crimen Organizado (Udyco), que contó con la colaboración de fuerzas policiales internacionales, se saldó con la detención de 31 personas, de las que 21 son ciudadanos búlgaros sin antecedentes en España que custodiaban el transporte de la droga en el buque abordado, el SV Nikolay. Se trata de un mercante de 130 metros de eslora y 25 de manga que estuvo atracado en un puerto africano antes de su abordaje.

Los fardos, más de un centenar, fueron descargados ayer en el muelle de Poniente de Cádiz, donde el barco fue remolcado por un buque de la Armada española, que prestó apoyo logístico a los efectivos policiales. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, se trasladó personalmente a la capital gaditana para informar de los detalles de una operación que supone «un importante golpe al narcotráfico y a la intención del crimen organizado de asentarse en España», según dijo.

La droga, «de gran pureza», era transportada en las bodegas del mercante, que fue abordado por los efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) a 50 millas de la costa gaditana. Cosidó destacó que la operación fue «limpia», ya que la tripulación no llevaba armas y no opuso resistencia. Pese a ello, el director general de la Policía resaltó el «alto riesgo» de este tipo de actuaciones.

El Nikolay había cargado la droga en un punto no concretado del Caribe con destino a Galicia, donde fueron detenidos cuatro «conocidos» narcos gallegos, según apuntó el jefe de la Udyco Central, Eloy Quirós. Éstos eran los encargados de recepcionar la cocaína y transportarla hasta Madrid, donde los miembros de un clan colombiano se encargaban de su distribución.

Esta operación se suma a otras dos llevadas a cabo en los últimos días contra la delincuencia organizada: una en Las Palmas de Gran Canaria y otra en Madrid, que culminó con la detención de varios miembros del cártel de Sinaloa. En estas intervenciones se incautaron casi 2.000 kilos de cocaína. Sumadas a la operación Espartana, suponen más de cinco toneladas alijadas en poco más de una semana. La misma cantidad que se incautó «durante el pasado año», apostilló Cosidó.