“La identidad de exiliado le ha ayudado”

Manuel Roig-franzia, biógrafo del senador Marco Rubio

La Vanguardia, , 16-08-2012

El periodista Manuel Roig-Franzia conoce mejor algunos aspectos de la familia del senador por Florida Marco Rubio que el propio Marco Rubio. El año pasado, descubrió que, en contra de lo que el político explicaba, su familia no se había exiliado de la Cuba de Fidel Castro, sino que emigró a Estados Unidos antes de la revolución, por motivos económicos. Hasta entonces, el exilio de sus padres había sido una de las claves de su tirón electoral.
Roig-Franzia acaba de publicar –en inglés y en español– El ascenso de Marco Rubio, una biografía exhaustiva del político hispano con mayor proyección en EE.UU. Hasta el último momento, Rubio sonó como posible candidato a la vicepresidencia con el aspirante del Partido Republicano, Mitt Romney. Sus ambiciones no tienen límite.

“Lo interesante es que los republicanos ven a los latinos como un grupo demográfico importante –dice Roig-Franzia, que es de origen español y trabaja en The Washington Post–. Y tratan de difundir el mensaje de que escuchan a los latinos. Decir que Rubio se encuentra entre los tres o cinco candidatos con más posibilidades era un reconocimiento, por primera vez, de la importancia de este grupo”.

¿Rubio es latino o cubano? Los cubanos representan entre el 3% y el 4% de los latinos de Estados Unidos. Y, entre un sector de los mexicanos, hay un recelo hacia los cubanos, porque reciben preferencia en inmigración. Por eso existe un pleito histórico entre estos grupos. No sólo entre grupos, sino que, algunas veces, políticos cubanos han dicho cosas que ofenden a los mexicanos, que son mayoría, o a los centroamericanos. Un ejemplo es Marco Rubio: una vez dijo que él no tenía nada que ver con inmigrantes, y que él era de una familia de exiliados, y que había una diferencia. Para muchos mexicanos es como decir que los exiliados son mejores que los inmigrantes. Por eso no sabemos si la mayoría de latinos verá a un cubano como uno de ellos. Sin embargo, un político como Marco Rubio, que habla español, como mínimo tiene la posibilidad de conectar con estos votantes, porque no hay otro político latino en el ámbito nacional en Estados Unidos.

El itinerario de su familia –su llegada a Estados Unidos antes de la revolución cubana, su ir y venir por distintos puntos del país, las dificultades económicas– parece más propio de la inmigración que del clásico exilio político de Miami. El motivo de la familia para venir a Estados Unidos era el mismo que tienen los mexicanos, los guatemaltecos, los salvadoreños que llegan aquí: venían en busca de una vida mejor, un mejor trabajo, ganar dinero. Esto es muy distinto que salir del país porque el ambiente político es hostil. Respecto a Marco Rubio, lo interesante es lo siguiente: ser exiliado ayuda mucho en la vida, especialmente en el sur de Florida, donde casi todos son cubanos. La identidad de exiliado le ha ayudado mucho. Pero en Estados Unidos la mayoría de latinos no son exiliados. Son inmigrantes económicos. Por eso es más complicado para él. Y quizá quienes esperan que Marco Rubio sea el gran político latino de los republicanos no en-

tienden esta situación. ¿Por eso Marco Rubio esconde o embellece la historia de su familia? Lo que sabemos es que la historia que él contaba, diciendo que ellos huyeron de la isla después de la llegada de Castro, no era correcta, era falsa. Él dice que se basaba en lo que se contaba en su familia. El problema es que nunca ha identificado quién en su familia decía que ellos habían llegado a Estados Unidos después de Castro. Por eso, en mi opinión, es difícil confiar demasiado en esta manera de explicar lo que ocurrió. Muchos cubanos con quienes he hablado ven raro que él no

conociese la verdadera historia porque es una cosa clave, tan central, tan importante en la vida de los cubanos…

Un entrenador de fútbol que tuvo Rubio le cuenta a usted que Rubio era quick pero no fast (rápido/veloz). ¿Qué diferencia hay? Fast indica que puedes correr muy rápido y quick significa que puedes reaccionar de manera muy rápida y llegar al lugar donde quiere ir con rapidez. Es una metáfora de su carrera política. Él, por ejemplo, reconoció la importancia del Tea Party antes que otros. Y eso le ayudó en la campaña para el Senado en el 2010. Su oponente, Charlie Crist, el gobernador, criticaba al Tea Party. Y fue un error. En ese momento, con toda la rabia que había en las bases del Partido Republicano contra la reforma sanitaria de Barack Obama no era inteligente criticar al Tea Party.

¿Cómo le definiría ideológicamente? Él quiere mantener la imagen de conservador, de republicano, de evangélico, de partidario de un Estado reducido y poco gasto. Más complicado para él es la cuestión de la inmigración, porque siendo latino, o cubano, crea muchas expectativas. Y para él, como para cualquier republicano latino, es difícil, porque las bases del partido quieren una política de fronteras cerradas y reglas estrictas. Los activistas latinos están en contra. Si Rubio trata de ser un republicano cercano a la base, es complicado ser al mismo tiempo un republicano que habla de reforma migratoria

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