Polémica

El debate sobre el uso de fuerza policial revive en Nueva York tras la muerte de un hombre en Times Square

Tras una persecución a pie dos agentes dispararon 12 tiros a quemarropa a una persona negra que blandía un cuchillo El suceso, acaecido el sábado a mediodía en el popular y transitado enclave, fue grabado por múltiples viandantes

El Periodico, IDOYA NOAIN / Nueva York, 14-08-2012

Los visitantes y pobladores de Times Square están acostumbrados a espectáculos extraños, pero lo sucedido el pasado sábado en el emblemático enclave neoyorquino supera los parámetros habituales de drama y ha reabierto en la ciudad la controversia sobre el uso de fuerza por parte de la policía.

Imágenes del tiroteo en Times Square. YOUTUBE

Una espectacular persecución a pie de un hombre negro armado con un cuchillo acabó con dos policías disparando a quemarropa al menos 12 tiros de sus pistolas de 9 milímetros. La víctima, identificada como Darrius Kennedy, de 51 años, recibió siete de los impactos de bala y murió poco después en un hospital. Todo sucedió alrededor de las tres de la tarde, ante miradas atónitas y aterrorizadas de viandantes y decenas de cámaras de fotos y de teléfonos móviles que registraron lo sucedido.

El domingo, el comisionado de la policía de la ciudad, Raymond Kelly, defendió que los agentes actuaron “apropiadamente” y el alcalde, Michael Bloomberg -que dijo que se trató “solo de uno de esos acontecimientos terriblemente desafortunados”-, declaró también que los agentes obraron “posiblemente de forma responsable”.
Método cuestionado

Tanto familiares de la víctima como muchos neoyorquinos, no obstante, se preguntan si no se habría podido reducir al hombre con otras armas no letales, con menos disparos o con tiros a las extremidades. “No hacen falta 12 o 15 tiros para matar a un caballo, así que no deberían ser necesarios para matar a una persona”, ha declarado a varios medios de comunicación neoyorquinos la tía de Kennedy, Mary Johnson.

Todo empezó el pasado sábado poco después de las tres de la tarde en el cruce de la calle 43 y la séptima avenida, cuando una agente vio a Kennedy fumando lo que supuestamente era un porro de marihuana. Cuando los policías intentaron detenerlo, el hombre guardó el porro en un bolsillo, sacó un cuchillo de cocina con una hoja de 15 centímetros y se escabulló.

Empezó entonces una persecución a pie a la que se fueron sumando agentes y vehículos policiales. Se cortó la séptima avenida y, según la policía, hasta en seis ocasiones se intentó reducir con spray de gas pimienta a Kennedy, al que se oyeron proferir gritos insultando y retando a los agentes, que no iban armados con las pistolas de descargas eléctricas conocidas como Taser. Mientras algunos viandantes huían o buscaban refugio, otros seguían la persecución, a menudo grabando.
Oídos sordos

Tras un intento fallido de bloquear con un coche patrulla a Kennedy, que había ido descendiendo hasta la calle 37 y desoía las llamadas que le urgían a tirar el cuchillo, un segundo vehículo se colocó a su lado y los dos agentes que bajaron efectuaron los disparos que acabaron siendo letales, sumando la octava muerte a manos de la policía neoyorquina en el último año. Uno de los policías apretó el gatillo nueve veces. El otro, tres. Al menos tres disparos le alcanzaron en el pecho.

Kennedy tenía varios antecedentes criminales y su último arresto se había producido en noviembre del 2008, cuando amenazó con un destornillador a varios agentes que intentaron detenerlo en los alrededores del Lincoln Center. Un mes antes había sido sometido a un examen psiquiátrico tras ser detenido tirando papeleras en Times Square, aunque no se han hecho públicos los resultados de ese examen.

La policía asegura que en ningún momento hubo civiles en la línea de fuego de los agentes.

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