«Va a ser muy complicado, con tan pocos recursos tendremos que replantear todas las actividades, así que será prácticamente imposible mantener todos los programas que se han venido realizando a través de las Aulas de Apoyo al Inmigrante», es lo que argumentó la concejala de Servicios Sociales y en estos días alcaldesa en funciones, Conchi Ortega. Y lo hizo después de anunciar que en la última junta de Gobierno se acordó solicitar a la Junta una subvención de 12.000 euros para la realización del programa. Una cantidad que es la pedida pero «que ya veremos cuánto es lo que nos conceden».

Los 12.000 euros son una cantidad significativamente inferior a la que llegó el pasado año para que desde el Ayuntamiento se atendieran, mediante convenios con la Cruz Roja y Cáritas, las necesidades tanto de los menores como de los adultos.

En 2011 llegaron desde la consejería de Educación para las Aulas de Apoyo al Menor 39.200 euros; y desde la de Interior y Justicia se obtuvieron 10.00 para los inmigrantes adultos. En este ejercicio se ha modificado la fórmula de concesión de las ayudas económicas, y la petición ha tenido que hacerse a la consejería de Presidencia.

Con estas cifras sobre la mesa no es difícil deducir, tal y como argumentó Ortega, que será mucho más complicado poder ejecutar el mismo número de programas que venían efectuándose hasta la fecha. De todos modos, insiste la concejala que «se hará un esfuerzo y seguiremos trabajando para que los inmigrantes tengan el apoyo que necesitan».

Cáritas y Cruz Roja

De prestar el apoyo necesario a los más pequeños se vienen encargando tanto Cáritas como la Cruz Roja, que recibieron 17.000 euros cada una para llevar a cabo las labores de apoyo a los menores.

El pasado año pasaron por sus aulas un total de 69 alumnos con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años. La mayoría de ellos, eso si, fueron chicos y chocas hasta los 13. De hecho acudieron a las clases de refuerzo 44 alumnos. Los veinticinco restantes fueron chicos y chicas mayores.

El balance de los resultados es positivo, pero aún más lo es para la concejala de Servicios Sociales el hecho de que la asistencia «haya sido muy regular, más o menos del 90%». Y desde las entidades encargadas de atender a estos chavales se ha apuntado que las ausencias «han sido justificadas. En la mayoría de los casos no acudieron por motivos médicos».

En relación con las nacionalidades de origen de los niños y niñas que acudieron a las aulas de apoyo, lo más significativo es que el 55%, o lo que es lo mismo, 38, procedían de Marruecos. Otros 7 pertenecen a familias portuguesas, y el resto fueron alumnos de países como Argelia, Bolivia, Colombia, Ecuador, Bulgaria y Brasil. Los 69 alumnos han acudido a recibir las clases de apoyo escolar todas las tardes durante el curso. En las épocas de vacaciones la cita la tienen por la mañana.

Alfabetización

Para realizar el trabajo con la población inmigrante adulta el Ayuntamiento pudo gestionar el pasado año un total de 10.000 euros. El Consistorio contrató a dos profesionales que fueron los encargados de realizar los distintos programas que tenían por objeto conseguir la integración.

Una vez analizada la situación se puso el acento en las tareas de alfabetización porque «se comprobó que había inmigrantes que eran analfabetos no sólo en nuestro idioma, sino también en el suyo», apuntó Ortega.

También se pusieron en marcha propuestas como la denominada ‘Un país por conocer’. Los participantes pudieron conocer aspectos como los derechos y deberes de la población extranjera en España. También se abordaron aspectos como la igualdad entre hombres y mujeres y «otros relacionados con el conocimiento de nuestra ciudad».

Para los que tienen renta garantizada de ciudadanía se planteó el programa ‘Comunícate’, en el que se incidió en apoyarles a la hora de buscar un trabajo. Y también hubo opción de proporcionarles conocimientos de informática.

En el último año el número de alumnos descendió, y la concejala apuntó que la razón principal para esta reducción ha sido que «muchos son los que han regresado a su país en los últimos meses». Pese a que la cifra es inferior a la que se había manejado en otros momentos, el pasado año acudieron a alguno de los programas planificados desde el Ayuntamiento un total de cincuenta personas.

Tras la solicitud de la subvención a la Junta de Castilla y León, lo que queda es esperar para ver si se concede y cuál es la cuantía definitiva que podrá manejar el Ayuntamiento para seguir desarrollando los programas de apoyo a los inmigrantes que residen en Miranda.