El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, expresó ayer su solidaridad con todos los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, especialmente, con aquellos que trabajan en la frontera entre España y Marruecos y que, desde hace un tiempo, han sufrido diversas agresiones, además de trabajar en unas condiciones, que según denuncian los sindicatos policiales, dificultan el desempeño de sus funciones.

Las palabras de apoyo del delegado llegan después de que el pasado viernes un policía nacional recibiera el impacto de un objeto durante una concentración de activistas marroquíes en la «zona internacional» de la frontera que separa ambos países y que, según los sindicatos, debería utilizarse únicamente como espacio de tránsito para evitar que se repitan este tipo de sucesos agresivos.

El Barkani recordó que, desde su toma de posesión hace seis meses, dos de las líneas de trabajo con las que se ha comprometido son la mejora de la frontera y la lucha contra la inmigración ilegal. Respecto a la primera, el delegado advirtió de que ya se están tomando medidas al respecto, pero que no es algo que pueda solucionarse en cuestión de unos pocos meses.

En calidad de máximo representante del Gobierno central en Melilla, aseguró haber mantenido numerosas reuniones tanto con el Ministerio del Interior, como con la Secretaría de Estado de Seguridad, con las direcciones generales del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, y con los afectados, para abordar los problemas de la frontera. Asimismo, recordó que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha comprometido a llevar este asunto como uno de los puntos de la reunión de alto nivel que tendrá lugar entre los Gobiernos de España y Marruecos en Rabat durante el próximo mes de septiembre.

Marruecos coopera

Mientras que los sindicatos policiales – concretamente, la Confederación Española de Policía, el Sindicato Unificado de Policía y la Unión Federal de Policía – denunciaban la falta de colaboración de Marruecos para evitar conflictos y agresiones hacia los agentes españoles, El Barkani cree que no se debe culpar al país vecino de los sucesos que protagonizan «delincuentes» con esta nacionalidad. También insiste en que un vándalo no representa a todo un país, aseguró que la cooperación marroquí en la lucha contra la inmigración irregular es óptima.

El popular señaló que en ningún momento se ha dejado de trabajar para conseguir la «mayor fluidez posible» en los pasos fronterizos, así como que guardias civiles y policías puedan trabajar «de la forma más digna». A esto se comprometió el representante del Gobierno central, quien se dirigió a los sindicatos que han vuelto a protestar después de que otro agente sufriera una agresión en su puesto de trabajo, para asegurarles que «este delegado está solidarizado con ellos, les comprende, les ha escuchado y les seguirá escuchando, así como dedicará parte de su tiempo de trabajo a mejorar las condiciones laborales en sus puestos».