«Breivik fracasó, el pueblo ha vencido»
El ‘premier’ noruego destaca que la «democracia es más fuerte que su amenaza» Miles de personas recuerdan a las 77 víctimas de Oslo y Utoya con mensajes de paz
El Mundo, , 23-07-2012Noruega vistió ayer su luto de canciones,
flores y discursos solemnes.
Miles de noruegos se concentraron
ayer para recordar a las 77 personas
asesinadas hace un año por el ultraderechista
Anders Behring Breivik y
demostrarle que su locura de sangre
no ha cambiado un ápice sus convicciones
por una sociedad abierta.
Ayer se conmemoraba un año
desde que Breivik detonó una bomba
a las puertas del Parlamento noruego,
matando a ocho personas, poco
antes de desplazarse a la isla de
Utoya, donde las Juventudes Socialistas
celebraban un campamento, y
asesinar a tiros a otras 69, en su mayoría
jóvenes. Breivik justificó su acción
diciendo que la mayoría de sus
víctimas eran traidores porque respaldaban
la sociedad multicultural y
la inmigración musulmana.
«La bomba y el tiroteo tenían la
intención de cambiar Noruega. El
pueblo respondió abrazando sus
valores. Breivik fracasó, el pueblo
ha vencido», pronunció el primer
ministro Jens Stoltenberg en un acto
conmemorativo en el centro de
Oslo al que asistió una multitud
que sostenía rosas blancas y rojas.
«Muy pocos pueden empezar el
día sin pensar en los acontecimientos
del 22 de julio», aseguraba Vegard
GroeslieWennesland, superviviente
de Utoya que escapó de
Breivik encerrándose con otras 50
personas en una habitación. «Una
persona que echas de menos, alguien
con quien se supone ibas a
quedar para que te ayudara. O algo
que simplemente te recuerda lo
que pasó», explica.
En la isla donde se desarrolló la
tragedia, Stoltenberg y los miembros
de su Gabinete se unieron a
las canciones y los discursos en
una conmemoración junto a un millar
de supervivientes. En el acto se
soltó un globo de helio con forma
de corazón lleno de mensajes personales.
«Durante este año, los jóvenes
se han unido al servicio de la
democracia y han respondido a la
violencia mediante el activismo»,
afirmó el primer ministro en Utoya.
«Enfrentando el odio ciego con
sabiduría y razón hemos demostrado
que la democracia es más fuerte
que su mayor amenaza».
En una misa conmemorativa en
la catedral de Oslo, el obispo Helga
Haugland Byfuglien se dirigió a los
noruegos: «La luz brilla en la oscuridad,
la oscuridad no ha sido capaz
de prevalecer». Asistieron a la
ceremonia religiosa las familias de
las víctimas y los supervivientes de
la tragedia. Presidieron el acto las
autoridades del país, con los reyes
Harald V y Sonia, acompañados
por la princesa Marta Luisa, en los
primeros asientos del templo.
El líder de las Juventudes Laboristas
(AUF), Eskil Pedersen, pronunció
también un discurso en la
catedral, donde destacó que los noruegos
respondieron al horror «con
las palabras, el Estado de derecho
y la democracia». A unos kilómetros
de Oslo, en la iglesia de Hole, a
cuya comunidad pertenece Utoya,
otra ceremonia de homenaje estuvo
presidida por los príncipes herederos
Haakon yMette-Marit.
Junto a las flores que rodeaban la
catedral de Oslo y los edificios destruidos
por la bomba, podían verse
carteles que repetían lo que ha sido
el lema de Noruega durante todo
este año: «Si un solo hombre puede
crear tanto odio, imaginad cuánto
amor podemos crear juntos».
«Este aniversario es un importante
punto final a un ciclo en el
que las familias han vivido sus primeras
Navidades, cumpleaños y
día nacional sin sus seres queridos
», afirmó Kitty Eide, portavoz
del Grupo Nacional de Apoyo a las
víctimas de la tragedia y madre de
un superviviente.
Los ataques causaron un shock
en esta nación nórdica en la que viven
cinco millones de personas y
que se enorgullece de su apertura
social, su forma de hacer política
desde el consenso y su progreso
económico. Sin embargo, Noruega
ha reafirmado su compromiso para
seguir siendo una sociedad
abierta y resistir a la imposición de
medidas radicales.
«Pienso que tanto los políticos
como el pueblo, quizá sin decirlo,
han dejado claro que querían que
su estilo de vida siguiera intacto»,
explicaba Thomas Hylland-Eriksen,
profesor de Antropología Social
en la Universidad de Oslo. «Van
a preservar lo que sienten que es
más valioso en Noruega: la apertura
y el sentimiento de seguridad».
En Utoya, la música y las palabras
se mezclaron con los aplausos y las
lágrimas por las víctimas. La cúpula
del Partido Laborista noruego y
miembros de sus Juventudes recordaron
en el tradicional campamento
anual de verano a los compañeros
que fallecieron aquel día. Junto al
primer ministro Stoltenberg, estuvo
presente su compañera de partido
Gro Harlem Brundtland, la primera
y única mujer que ha sido jefa de
Gobierno enNoruega. Ella era el objetivo
principal de Breivik. El ultranacionalista
quería degollarla y grabar
su ejecución aquel día en el que
«nunca dejó de llover» en Utoya.
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