La Policía Nacional ha desarticulado una organización de búlgaros que se lucraban explotando sexualmente a mujeres en carreteras de la Vega Baja. La red, que coaccionaba a las chicas e incluso las agredía sexualmente, llevaba operando desde 2007 en Torrevieja, según desvelaron fuentes próximas al caso. Los agentes de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (Ucrif) han detenido por estos hechos a cinco personas, tres hombres y dos mujeres.

El grupo desarticulado controlaba a 8 o 10 chicas, dependiendo de las épocas, y llegó a ganar entre 2.000 y 6.000 euros al día gracias a los servicios sexuales que las obligaban a practicar. Y es que, según informó ayer la Policía, las mujeres, en su mayoría de origen búlgaro, vivían en un régimen de «semiesclavitud». Las forzaban a trabajar a destajo hasta 16 horas al día, principalmente en rotondas de la Vega Baja, pero también en clubes de alterne. Todas sus ganancias iban a parar a manos de los proxenetas, que solo les daban el dinero necesario para comprar comida y tabaco, relataron ayer desde la Comisaría Provincial de Alicante.

Las chicas explotadas procedían de países del Este, fundamentalmente de Bulgaria, donde los captadores las engañaban prometiéndoles un trabajo digno y aprovechándose de sus penurias económicas. Otras mujeres, según la Policía Nacional, fueron ‘compradas ’por esta red a otros grupos criminales de Bulgaria, que ejercían todos los ’derechos’ sobre ellas en su país de origen.

Una vez que las mujeres llegaban a España, lo primero que hacía la organización les retiraba toda su documentación y les prohibía salir a la calle solas o comunicarse entre ellas. De hecho, dos de las arrestadas son prostitutas que, a pesar de que también estaban explotadas sexualmente, «ejercían funciones de vigilancia y control sobre otras compañeras», destaca la Policía Nacional en su comunicado.

El grupo desarticulado en Torrevieja tenía una estructura organizada y «un específico reparto de tareas», explicaron ayer fuentes policiales. Los investigadores también apresaron al máximo cabecilla de la banda y a sus dos lugartenientes, además de a las dos mujeres que ejercían como ‘controladoras’, todos de origen búlgaro.

La organización solía operar con un grupo variable de entre 8 y 10 chicas, a las que trasladaban también a otras provincias donde tenía conexiones para que así hubiera más ‘rotación’ de mujeres.

Se trata de una práctica habitual entre las mafias de la prostitución para evitar que las chicas estrechen lazos con algún cliente que pueda ayudarlas a escapar y también para ofrecer caras nuevas a la clientela habitual. Este grupo, además, contaba «conexiones» en varias provincias españolas.

Según detallaron desde la Comisaría Provincial, los ahora arrestados maltrataban físicamente a las prostitutas e incluso las agredían sexualmente para ejercer más presión sobre ellas y obtener así más beneficios económicos.

Los cinco detenidos pasaron ayer a disposición del juzgado de guardia de Torrevieja, que decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, informaron fuentes del Tribunal superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana. Todos están imputados en la causa abierta polos delitos de prostitución y organización crimincal. Fuentes policiales aseguraron que la operación continúa abierta y que no se descartan nuevas detenciones.