MELILLA. Un miembro de las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos murió en la madrugada del martes en el marco de un operativo para impedir la entrada ilegal de inmigrantes a Melilla, según informó el Ministerio del Interior marroquí a través de un comunicado publicado por la agencia de noticias MAP.

Alrededor de las 3.00 horas de la madrugada del martes, un grupo de un centenar de inmigrantes intentó forzar el cierre de la alambrada de Melilla a la altura del llamado gancho Farkhana, en la localidad de Beni Ansar, según una fuente. De acuerdo con el Ministerio, las fuerzas marroquíes intervinieron “con firmeza” y los inmigrantes lanzaron piedras contra los agentes. Uno de ellos resultó herido y fue trasladado al hospital Hassani de Nador, donde “sucumbió a sus heridas”.

Al término del operativo, un total de 26 inmigrantes fueron detenidos. La Gendarmería Real ha abierto una investigación que será dirigida por la Fiscalía. Según el comunicado, en las últimas semanas las fuerzas marroquíes han frustrado varios intentos de entrar ilegalmente a las ciudades de Sebta y Melilla.

En este contexto, las autoridades marroquíes han reiterado su determinación a continuar la lucha contra las redes de tráfico de personas “con vigilancia, firmeza y responsabilidad”, de acuerdo a lo establecido en la legislación vigente.

A preguntas de los periodistas, el delegado del Gobierno español en Melilla, Abdelmalik El Barkani, aseguró que en los últimos intentos de acceder a Melilla los inmigrantes iban armados con piedras y palos, elementos con los que pretenden “forzar su entrada” a la ciudad autónoma.

“Ya no vienen en son de paz, sino con piedras y con palos, y en este caso le ha costado la vida a una persona que estaba cumpliendo con su obligación y que estaba defendiendo la valla que separa ambas ciudades hermanas, Nador y Melilla”, aseveró El Barkani.

Según el delegado, esta actitud de los inmigrantes demuestra que “están desesperados en su intento de penetrar por la frontera y tocar suelo español”, lo cual “les lleva a hacer incluso esa barbaridad, porque no puede ser calificado de otra manera”, explicó en referencia a la muerte del suboficial marroquí.

En su opinión, el fallecimiento de este militar se podía haber evitado y es una de las consecuencias de la inmigración irregular que se está produciendo, por lo que ha transmitido sus condolencias al gobernador de Nador y a la familia del suboficial. Afirmó también que las Fuerzas de Seguridad del Estado están “apenadas por este hecho tan lamentable”, y advirtió de que seguirán trabajando en la misma línea, intentado que la inmigración que llegue a territorio español “sea absolutamente legal”. No obstante, se mostró convencido de que “por desgracia, se van a seguir produciendo estos intentos de entrada”, y recordó que Melilla se encuentra desde hace tiempo en alerta extrema. >europa press/efe