Inmigración y trabajo

Diario de noticias de Gipuzkoa, Isaías Egizurain Parra, 03-07-2012

El profesor de Sociología de la UPV-EHU, Xabier Aierdi, hablaba recientemente de la emigración en una entrevista en NOTICIAS DE GIPUZKOA y en unos términos muy a gusto del sistema, que no comparto. Espero que vivir en sociedad y tener los ojos abiertos me legitimen en esta respuesta breve. No es verdad que la población autóctona desempleada acepte en el extranjero “el mismo trabajo que aquí no se quiere” porque “pasa más desapercibido y es más asumible”. No es verdad, y un sociólogo tiene que saberlo. El que rechaza lo hace porque aquí esas labores tienen unas condiciones indignas.

En el área doméstica y cuidados de mayores, que él menciona, la explotación y alegalidad son escandalosas, y en la hostelería, que olvida reseñar, los convenios son ignorados y la esclavitud no queda lejos. Quienes vienen de fuera lo aceptan forzados por unas condiciones aún peores en sus lugares de origen. Quienes vienen de fuera son sutilmente traídos. Es este, por cierto, un uso de la fuerza que en ningún foro he visto condenar. Es el auténtico racismo: países enteros dedicados a exportar mano de obra para abaratar salarios en otros lugares.

¿Cuántos geriátricos harían falta para responder a la demanda sin el concurso de los inmigrantes?, se pregunta Aierdi. No más que ahora, desde luego, si la sociedad fuese libre e igualitaria. Pero, en ese contexto, los que vienen y los que van lo harían voluntariamente, y no acosados por la miseria.

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