Las más de 70.000 mujeres procedentes de países extranjeros que residen en Euskadi aportan a las arcas públicas vascas a través de sus aportaciones fiscales bastante más de lo que perciben por ayudas sociales o prestaciones de desempleo, según se desprende del ‘Estudio sobre las mujeres inmigrantes extranjeras de la sociedad vasca’, presentado ayer por Emakunde. En concreto, pagan al año a las haciendas vascas 224,1 millones de euros, en tanto que percibieron 142,3 millones por ayudas o prestaciones.
Las mujeres constituyen algo menos de la mitad de los 144.000 de las personas extranjeras que residen en la CAV y constituyen el 6,5% de la población. Tanto por su peso demográfico como por su presencia en el mundo del trabajo destaca la presencia de las mujeres latinoamericanas: 36.000, una cuarta parte de la población imigrante, la mayoría de las cuales trabajan en los sectores de servicios y cuidados, tanto del hogar como de personas mayores. A la hora de contratar, los vascos optan mayoritariamente por las latinoamericanas, por lo que las mujeres de procedencia africana y asiática se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.
Tal como destacó la directora de Emakunde, María Silvestre, la tasa de actividad entre las mujeres inmigrantes es el doble que entre las autóctonas, y producen al menos el 1,7 de la renta que se genera en la economía vasca. La incorporación de estas mujeres ha sido decisiva para que Euskadi haya pasado de una tasa de ocupación femenina del 38,7% en 1998 al 58,7% en 2010. Pero, además, las mujeres inmigrantes contribuyen a la economía vasca como consumidoras, general ingresos de en torno a 45,2 millones.