La tuberculosis repunta por la mayor pobreza de las familias y el hacinamiento en las viviendas

La Verdad, FERMÍN APEZTEGUIA, 03-07-2012

Una placa muestra los pulmones afectados de un enfermo de tuberculosis. :: LA VERDAD

Usted puede estar infec tado de tuberculosis y no saberlo. Un tercio de la población mundial, unos 2.000 millones de seres humanos, vive con el bacilo durmiente de la enfermedad, aunque solo uno de cada diez acabará sufriendo su envite. La infección, no se sabe bien por qué, tiene especial predilección por los ambientes de pobreza, hacinamiento y marginación. La actual crisis económica se ha convertido, por ello, en el mejor aliado que podía encontrar. La Agencia de Salud Pública de Barcelona, una de las instituciones que mejor siguen la evolución de la patología en España, asegura que el número de casos ha crecido en torno a un 10% como consecuencia de la recesión. «No cabe duda. La tuberculosis ha despertado y seguramente irá a más», vaticina el microbiólogo catalán Pere Joan Cardona, que trabaja en el más esperanzador prototipo de vacuna contra la dolencia que se ha conocido.

¿Qué está pasando? El bacilo de Koch, que provoca la enfermedad, encuentra en los sistemas inmunitarios débiles el lugar ideal para reproducirse y desencadenarla, según explicó a ‘La Verdad’ el científico del Instituto Germans Trias i Pujol de Badalona. Aunque aparece en todo tipo de barrios y clases sociales, es entre los grupos de población más débiles, los que tienen más frágiles sus defensas naturales, donde se ceba la infección. Sus víctimas preferidas suelen ser los niños menores de 5 años, las personas mayores de 65 y también las que tienen peores condiciones de vida. Los desnutridos, los que padecen otras patologías graves y – ésta es la cuestión – quienes viven en condiciones de hacinamiento.

Los nuevos ‘pisos patera’

En los últimos años, los ‘pisos patera’, como se conoce a las viviendas donde duermen por turnos grupos de hasta 20 y 30 inmigrantes, se han venido revelando como un auténtico foco de tuberculosis. En estas condiciones de vida, el contagio se ve facilitado «enormemente». Basta una pequeña tos, ni siquiera un estornudo, para que la enfermedad se transmita por vía aérea, mediante la inhalación de pequeñas gotas de saliva que contienen los bacilos tuberculosos.

La crisis económica, según relata Pere Joan Cardona, está favoreciendo que muchos jóvenes y personas de mediana edad se vean obligados a volver de nuevo con sus padres. Bajo un mismo techo, y no en la mejor de las condiciones económicas, conviven ya hasta tres generaciones.

Pero, ¿qué tienen los ambientes degradados para favorecer la aparición y el desarrollo de esta enfermedad? ¿Por qué surge en medio de la pobreza y el hacinamiento? «No se sabe. Después de tres millones de años de convivencia con la Humanidad, desde que infectó al ‘Australopithecus’, éste sigue siendo uno de los grandes misterios» de la enfermedad tuberculosa, según explica Cardona, que para intentar averiguarlo ha puesto en marcha una investigación financiada por la Unión Europea a través del Fondo para la Investigación Sanitaria del Ministerio de Sanidad.

«Cuando estás infectado, y recordemos que lo está uno de cada tres ciudadanos del mundo, tienes unas lesiones en el pulmón de dos milímetros. Esto no es nada. La pregunta que queremos responder es qué hace que esa lesión pase a ser de dos centímetros y se desate la enfermedad», explica. Para averiguarlo, trabajan con una cepa de ratón, utilizado en Estados Unidos para ensayos relacionados con la Psicología, que han descubierto que es el único animal donde se producen lesiones similares.

Cardona dirige el mayor proyecto del mundo, también el más avanzado y esperanzador, en la búsqueda de una vacuna terapéutica contra la tuberculosis, que se encuentra en fase 3, la última antes de su comercialización. El prototipo se ha venido probando desde 2007 en casi un centenar de pacientes con resultados muy buenos. Hasta ahora se ha visto que «es segura, bien tolerada y genera una buena respuesta poliantigénica»; es decir, que refuerza el sistema de defensas.

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