«He dejado solas a mi mujer y a mi niña y no sé qué hacer»
El Mundo, , 25-06-2012Más que los golpes, a Austin lo que le duele es estar lejos de Peggy y de Divine, sin poderlas ayudar. «He dejado solas a mi mujer y a mi niña y no sé que voy a hacer», dice, al borde de la desesperación.
Peggy tampoco está muy bien. «Ya debo dos meses de alquiler y no sé cómo voy a pagarlo», cuenta a este diario desde Torrente (Valencia). Sus últimos días del embarazo fueron terribles. Austin estuvo recluido 49 días en el centro de internamiento de extranjeros de Valencia y luego fue expulsado de improviso, y ella era incapaz de comer ni de dormir.
Desde que nació Divine se encuentra más tranquila, sobre todo porque tenerla en sus brazos le da fuerzas, pero es incapaz de resolver cómo se mantendrá económicamente con la niña y sin Austin. Tiene papeles, pero no trabajo.
A Austin no le reconocieron el arraigo a pesar de tener una pareja estable y una hija en camino, llevar nueve años en España, pertenecer a la Iglesia evangélica, colaborar con la Cruz Roja, ir a menudo a la biblioteca, participar en torneos de fútbol, hablar bien castellano, estar afiliado a CCOO y tener una oferta de empleo. ¿El motivo? Austin, que llegó en patera a Tarifa en 2003, tiene antecedentes por falsedad documental. Él dice que unos compatriotas le vendieron documentación falsificada que supuestamente había emitido el Gobierno de Nigeria y que él presentó para tramitar los papeles aquí.
Esta denuncia está aún en fase de instrucción Austin sostiene que le engañaron, pero estos antecedentes policiales han constituido el motivo de la repatriación. La nueva doctrina de Interior consiste en expulsar a los que han cometido un delito y han sido condenados por ello. Pero, también, a los que simplemente han sido acusados, sin esperar a la resolución del juez.
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