Bilbao. Los inmigrantes en Estados Unidos recibieron ayer una buena noticia tras años de golpes y decepciones. El Gobierno de Barack Obama anunció la suspensión temporal – de dos años – de las deportaciones de aquellos que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años y que en la actualidad tengan menos de 30 años. Además, se les concederá un permiso de trabajo de dos años, renovable cuando se cumpla el plazo. Para acogerse a este plan, que ha entrado en vigor de forma inmediata sin pasar por trámite parlamentario, los jóvenes inmigrantes deberán haber residido en el país durante cinco año, no tener antecedentes penales y estar estudiando o haberse graduado en la enseñanza secundaria o servir o haber servido en el Ejército. Se calcula que esta amnistía beneficiará a 800.000 jóvenes que en la actualidad viven con miedo a ser deportados del país donde han crecido.

El anuncio de Obama llega a cinco meses de las elecciones presidenciales, en las que el voto hispano se presenta crucial. Según los sondeos, el mandatario y candidato a la reelección cuenta con el 61% de los apoyos entre el electorado hispano, frente al 27% de su rival republicano Mitt Romney. Sin embargo, estados como Florida, Colorado o Nevada aún no han decido el color de su voto y podrían definir la balanza hacia uno y otro partido dependiendo del candidato por el que opten los hispanos.

El cambio de política también llega en un contexto de protestas de jóvenes indocumentados en varios estados del país en demanda de una orden ejecutiva para frenar las expulsiones. Además, el diario The New York Times criticó este mismo mes en un artículo que a pesar de las promesas del Gobierno de Obama de revisar y cancelar las deportaciones de inmigrantes indocumentados sin antecedentes y con fuertes vínculos en Estados Unidos, el número de expulsiones continuaba siendo muy elevado. Así, según el periódico, solo el 2% de los 411.000 casos revisados habían sido cancelados, “decepcionando a los inmigrantes que Obama espera atraer en sus esfuerzos por salir reelegido”. Durante la administración Obama, se ha registrado una media de 400.000 expulsiones cada año, lo que representa la mayor cifra de la historia.

Exigencias En junio de 2011, el doctor de Inmigración y Aduanas, John Morton, envió un memorando para que sus agentes y funcionarios se centraran en la deportación de personas con casos pendientes con la justicia y no en personas que no representan ninguna amenaza para la sociedad estadounidense. Esta directiva no se cumplió. Ahora, con esta medida, Obama cumple con parte de las exigencias de los colectivos de inmigrantes . “Este es un gran día para decenas de miles de jóvenes que estudian y trabajan y sueñan con contribuir positivamente a Estados Unidos”, señaló la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, al hacer el anuncio. Los republicanos, por su parte, se oponen a cualquier medida que allane el camino a la regularización de inmigrantes .