Los inmigrantes vienen a Euskadi a trabajar. Así lo aseguró ayer en el Parlamento vasco la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, que aprovechó la presentación del Pacto Social por la Inmigración para insistir en que el flujo de trabajadores extranjeros debe ser abordado en la comunidad autónoma de manera «pedagógica», dejando de lado «estereotipos y rumores sociales».

Zabaleta aportó datos de la encuesta de población inmigrante de Euskadi, según la cual solo el 7% de los inmigrantes se establece en el País Vasco atraído por las ayudas sociales. Es decir, a pesar de los tópicos, la búsqueda de un empleo es la principal razón.

La consejera recordó que los extranjeros representan el 6,6% del padrón en el País Vasco, la mitad que en el conjunto de España. No obstante, si se contabilizan los inmigrantes nacionalizados españoles, el porcentaje aumenta hasta el 8%, un colectivo en el que los latinos suponen casi la mitad.

Según la titular de Empleo, los trabajadores foráneos contribuyen al crecimiento del PIB y rejuvenecen la sociedad, haciéndola además «plural y heterogénea». Y aportó otro dato importante: de los 1.240 millones de euros anuales de que disponen los inmigrantes en la comunidad autónoma, casi el 80% proviene de ingresos relacionados con su trabajo.

«Líneas rojas»

Gemma Zabaleta recalcó que el Pacto por la Inmigración pretende establecer unas «líneas rojas», de manera que «cada cual en su responsabilidad y en su actividad» se comprometa a abordar el fenómeno desde el respeto. El profesor de la UPV, Imanol Zubero, que participó en el acto junto con el filósofo Daniel Innerarity, agregó que el acuerdo no es una mera declaración de intenciones, sino una herramienta para cambiar la sociedad.

La consejera explicó, por su parte, que una vez concluida la acogida de inmigrantes, las instituciones y los ciudadanos deben empezar a preocuparse ahora de su integración. «El ‘nosotros’ vasco es un ‘nosotros’ complejo, plural, inclusivo y sin distinciones», afirmó.