El presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, propuso ayer poner límites al acceso de inmigrantes a las viviendas sociales. El líder de los populares pidió en concreto que “se premie el arraigo en el acceso a la vivienda de protección promovida por el Ayuntamiento”, por lo que sugirió establecer en un mínimo de cinco a diez años la residencia fija para poder acceder a pisos sociales, tanto de venta como alquiler.

Fernández Díaz precisó que, según su criterio, habría que fijar en diez años de residencia continuada, estando empadronado en la ciudad, el mínimo para poder acceder a una vivienda pública de compra y en cinco años para un piso de alquiler.

“La vivienda se ha convertido en un elemento muy valioso y caro y desafortunadamente la protegida ha pasado a ser un bien escaso”, argumentó. El dirigente del PP recordó que la normativa municipal establece que, para acceder a una vivienda pública, basta con acreditarse en el padrón, “por lo que se da la posibilidad de que alguien que se cense hoy pueda acceder a una vivienda de protección oficial mañana”.

La propuesta de Alberto Fernández no tiene el apoyo del gobierno municipal de Barcelona. Preguntado por ella, Xavier Trias respondió: “Yo soy el alcalde y no me dedico a debatir propuestas del señor Fernández Díaz. A él le interesa este debate, y a mí no”.

En una entrevista en TV3, el jefe de filas del PP en el Ayuntamiento de Barcelona avaló las iniciativas del alcalde de Badalona, el también popular Xavier García Albiol, para restringir algunas prestaciones sociales, como las becas comedor o las ayudas al alquiler a inmigrantes con menos de cuatro años de residencia en la ciudad. “¿Por qué debemos contemporizar con la inmigración ilegal? Las leyes deben cumplirse siempre”, añadió.

Alberto Fernández se refirió a la posibilidad de que el proyecto Eurovegas se desarrolle en el área metropolitana. A diferencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien dijo que lo importante no es que se instale en Barcelona o en Madrid, sino que recale en España, Fernández Díaz afirmó: “Si una vez conocido un informe que dijera que es bueno para Catalunya y Barcelona se va a Madrid, yo no me alegraría, me cabrearía”, Aun así, y sin conocer los detalles de la inversión, advirtió de que no es partidario de un modelo de crecimiento basado en el juego.