>ELECCIONES EN GRECIA Los efectos políticos de la crisis

Neonazis bajo la Acrópolis

La ira de los griegos alimenta el ascenso de la ultraderecha, que aspira al 9% de los votos en los comicios de mañana

El Mundo, IRENE HDEZ. VELASCO, 05-05-2012

Ioanes Vuldis es un amable señor
de 65 años, ex empleado en la industria
naval griega. Pero hay algo
inquietante en él: va vestido de negro
riguroso de los pies a la cabeza,
lleva el pelo rapado al uno y en los
antebrazos tiene tatuados algunos
de los signos adoptados por losmovimientos
de ultraderecha. Cuando
habla, la turbación que genera aumenta:
«Hay que expulsar a todos,
absolutamente a todos los inmigrantes
de Grecia y poner minas
antipersona a lo largo de toda nuestra
frontera para evitar que puedan
entrar más», dice con su voz suave
y armoniosa. «Los inmigrantes son
los responsables del aumento de la
criminalidad que sufre este país y
están quitando recursos y puestos
de trabajo a los griegos».
Es casi seguro que Vuldis será uno
de los cerca de 15 diputados neonazis
que, según los sondeos, en la próxima
legislatura se sentarán en el
Parlamento griego. Las encuestas señalan
que Amanecer Dorado, la formación
de extrema derecha a la que
pertenece, obtendrá en las elecciones
generales que se celebrarán mañana
domingo en el país heleno entre
el 5 y el 7% de los votos, y hay
quien le da hasta un 9%. Toda una
proeza para un partido que en 2009
apenas logró el 0,23% de los sufragios
y cuyo lema es «Extranjeros
fuera. Grecia para los griegos».
«La gente nos va a votar porque
siempre hemos defendido las mismas
ideas y porque está harta de la
palabrería de los políticos que están
vendiendo Grecia», asegura a
EL MUNDO este candidato de
Amanecer Dorado por el centro de
Atenas. Los politólogos, por su parte,
atribuyen el crecimiento de este
partido a la rabia infinita que muchos
griegos sienten ante los partidos
tradicionales (léase el socialista
Pasok y el conservador Nueva
Democracia), a los que acusan de
ser responsables de la crisis y de
estar ahora estrangulando a los
griegos con las medidas de austeridad.
Una opinión muy extendida y
que encuentra un caldo de cultivo
perfecto en el discurso populista y
antisistema de esta organización.
Vemos a Vuldis en la sede de
Amanecer Dorado en Atenas, junto
a la estación de tren de Larissa.
El interior del local no deja duda de
cuál es la ideología de sus miembros:
fotos de tipos con el brazo estirado
haciendo el saludo nazi, libros
con títulos como White
Power… Decenas de personas, todas
vestidas de negro y muchas
con la cabeza rapada, se afanan en
rellenar papeletas marcando una
cruz en los nombres de los candidatos
de Amanecer Dorado, cuyo
símbolo por cierto es una especie
de cruz gamada que cuentan que
pertenece a la mitología griega. En
una esquina hay montada una pequeña
tienda que vende souvenirs
de extrema derecha: gorras con la
cruz celta, pasamontañas, camisetas
con encapuchados con una
ametralladora en la mano.
«No somos nazis. Los nazis eran
alemanes; los italianos, fascistas y
nosotros somos griegos, nacionalistas
griegos. Pero, bueno, sí se
puede decir que somos el equivalente
en Grecia de los nazis en Alemania
», concede Urania Michaloliakos,
de 25 años, hija del líder y
fundador de esta organización.
Los periodistas aquí no son bienvenidos.
«Es que el 99,9% cuenta
mentiras sobre nosotros», alega
Urania. «Cuentan, por ejemplo, que
somos terroristas, que pegamos palizas
a los paquistaníes. Y es justo al
revés: a finales de 2009 los terroristas
anarquistas nos pusieron una
bomba en nuestra antigua sede», señala
mientras se alisa la camiseta
(negra, por supuesto), con un encapuchado
y la leyenda «Luchando
siempre contra el sistema». Sobre su
cabeza hay una elocuente foto que
muestra a varios policías dando con
una paliza con sus porras a un tipo.
La hija del líder supremo de
Amanecer Dorado sí que reconoce
Miles de seguidores aclaman
a Samaras, el candidato de
Nueva Democracia. / AFP
que a algunos de sus seguidores
pueden haber agredido a inmigrantes.
«Pero es que nosotros no podemos
controlar a toda la gente que
pasa por aquí. Los que actúan así
suelen ser hooligans de 15 o 16
años relacionados con los ultras del
fútbol. Lo que sí es que si alguien
nos provoca, nos defendemos».
El programa de Amanecer Dorado
incluye como primer punto
mandar a hacer puñetas al Fondo
Monetario Internacional, a Alemania
y a Francia. Sin embargo, no se
plantean abandonar la UE. «Hemos
pagado muy caro estar ahí, así que
no nos pensamos marchar. Y no
«Hay que expulsar a
todos los inmigrantes
y poner minas en
toda la frontera»
Un Parlamento
muy reñido
>Antonis Samaras, el candidato
conservador de Nueva
Democracia, es el mejor
colocado para ganar las
elecciones griegas. Acumula un
21,5% de apoyo en las urnas
según el último sondeo de la
agencia Public Issue, publicado
el 20 de abril. Está a favor
de las medidas de austeridad,
pero quiere renegociar
sus términos con la Troika.
>Le sigue el socialista
Evangelos Venizelos (PASOK),
ex ministro de Finanzas, con
un 14% según la misma
encuesta, lejos del 43,9% que
su partido consiguió en las
elecciones de 2009. Los
votantes han castigado los
recortes del anterior Gobierno
socialista de Papadopoulos.
>Otros tres partidos superan
el 10% de los votos: la
coalición de la izquierda
radical Syriza (13%), los
disidentes conservadores de
Nueva Democracia, llamados
Griegos Independientes (11%)
y el Partido Comunista (11%).
>El ultraderechista Amanecer
Dorado obtendría entre un
5,5% y un 9% de apoyos según
distintos sondeos y podría
superar los 10 parlamentarios.
>Hasta nueve agrupaciones
tienen posibilidades de entrar
en el Parlamento heleno
según las encuestas. / H. E.
HÉCTOR ESTEPA / Atenas
Especial para EL MUNDO
«Hagamos que Atenas vuelva a ser
griega» fue el eslogan de Nikolaos
Michaloliakos para la campaña por
la Alcaldía de Atenas en 2010. La
base de su programa fue la inmigración,
uno de los problemas que
más preocupan a los griegos. El resultado
fue un éxito electoral sin
precedentes para el partido ultraderechista
Amanecer Dorado y su figura
política consiguió su primer sillón
municipal y captó
la atención de
muchos griegos que
le veían como el líder
de un partido extremista
sin apoyo.
El despegue definitivo
en su popularidad,
traspasando
incluso las fronteras
de Grecia, tiene otra
fecha bien distinta:
el 17 de enero de
2011. Michaloliakos
realizó el saludo tradicional
fascista durante
una trifulca con otros concejales
en el pleno municipal. La imagen
dio la vuelta al mundo.
El líder de Amanecer Dorado es,
sin embargo, una figura conocida
en Grecia desde hace décadas. Nació
en Atenas en 1957 y con 16 años
ya era miembro de sociedades extremistas.
Fue encarcelado en varias
ocasiones durante los 70 por
agredir a periodistas en concentraciones
de la ultraderecha y por posesión
de armas y explosivos. En la
cárcel conoció a los miembros de la
Junta Militar de la Dictadura de los
Coroneles (1967-1978) y decidió enrolarse
en el ejército como miembro
de las fuerzas especiales, pero
terminó siendo expulsado.
En 1980 decidió crear la revista
Chrysi Avyi (Amanecer Dorado) y
comenzó su carrera política, aunque
no consiguió legalizar su partido
hasta 1993. A finales
de esa década, se
granjeó cierta reputación
y llegó a lograr
50.000 votos en las
Europeas de 1999,
pero hasta la llegada
de la crisis no había
conseguido ningún
puesto oficial.
«Grecia se está
convirtiendo en Arabia
Saudí, es una
desgracia», «los inmigrantes
se marchan
de su país por la guerra
o la hambruna, pero no es nuestra
culpa y no podemos convertirnos
en la casa de los pobres del
mundo», son algunos de los alegatos
ultranacionalistas y antiinmigración
con los que pretende ganar votos.
Además, afirma odiar a Alemania
por imponer medidas de
austeridad y apuesta por recobrar
los «valores» nacionales.
queremos tampoco volver al dracma,
supondría la bancarrota de
Grecia. Lo que queremos hacer es
dejar de pagar a Alemania y a
Francia. Si quieren dinero, que se
lo pidan a los bancos, no a los griegos
», explica Urania.
El resto de promesas electorales
de Amanecer Dorado van por la misma
línea: nacionalizar los bancos
griegos, colocar minas antipersona a
lo largo de toda la frontera, sentar en
el banquillo a los políticos responsables
de la crisis y confiscar sus bienes…
«Ha llegado el momento de
que Grecia vuelva a estar en manos
de los griegos», suelta Vulnis. Y advierte:
«En el instante en que entremos
en el Parlamento griego, éste no
volverá jamás a ser el mismo».

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