La ultraderecha vence en el territorio de izquierdas de Pas de Calais
Mélenchon fracasa en el duelo mediático de la campaña ante Marine Le Pen
La Vanguardia, , 11-06-2012El Frente Nacional lleva años ‘cultivando’ en Hénin-beaumont un electorado de desfavorecidos El socialista Kemel, “el candidato del presidente Hollande”, disputará a Le Pen la segunda vuelta
El líder del Frente de Izquierdas, Jean-Luc Mélenchon, perdió el duelo de Pas de Calais. En un territorio tradicionalmente de izquierdas, le salió mal el experimento de enfrentarse a la ultraderecha, por muy desprestigiado que esté el Partido Socialista en la región. Marine Le Pen viene trabajándose el escaño por la localidad de Hénin-Beaumont durante mucho más tiempo, y así se alzó con la primera vuelta electoral con un 42%. El resto de votantes prefirió ir sobre seguro y optar por el socialista Philippe Kemel (22%).
Antes de la jornada electoral, un sondeo del instituto Ifop daba a Le Pen un 34% y a Mélenchon un 29% en la primera vuelta, pero con la previsión de que en la segunda sería Mélenchon el ganador. Al final, nada de eso. El candidato del Frente de Izquierdas quedó tercero (21%), fuera por tanto de la segunda vuelta. En las legislativas del 2007 en Pas de Calais venció la socialista Odette Duriez, batiendo limpiamente a Myriam Wonterghem, de la UMP. El candidato del Frente Nacional, Eric Iorio, quedó en tercer lugar en la primera vuelta, con un 9,4% y sólo 5.201 votos.
Marine Le Pen fue concejala regional de Pas de Calais entre el 2008 y el 2011. Esta vez, alentada por su 35,5% obtenido aquí en la primera vuelta de las presidenciales (17,9% en el conjunto del país), tenía que aprovechar el tirón para hacer de Hénin-Beaumont, localidad de unos 27.000 habitantes, una cabeza de puente. Se trata de un territorio de izquierdas de toda la vida pero que el Frente Nacional lleva años cultivando. El mejor lugar para el Frente Nacional donde dar la batalla –mediática, sobre todo– tanto a la izquierda como a la UMP.
El efecto sería especialmente simbólico. Según el sociólogo Sylvain Crépon, de la universidad Paris-Ouest-Nanterre, HeninBeaumont encierra en la campaña de Marine Le Pen un objetivo estratégico: “Enviar a la UMP el mensaje de que la reconquista del poder pasa forzosamente” por el Frente Nacional.
En cualquiera de los casos, señalaba Crépon al diario Libération, se trata también de recuperar el voto de las clases populares. Según él, ganar “en esta tierra obrera, que desde 1973 ha sufrido todas las crisis ligadas a la mundialización, a la descentralización, a las deslocalizaciones, vendría a dar un eco muy fuerte a su discurso de etnicización de las cuestiones sociales”.
Jean-Luc Mélenchon acudió al reto de presentar su candidatura por Hénin-Beaumont a pesar de que esta ciudad sólo le dio un 12% en la primera vuelta de las presidenciales. En un escenario de crisis económica que ha redundado en beneficio de la ultraderecha en toda Europa, una lectura de la izquierda radical era que no podía dejarse a la ultraderecha campar a sus anchas entre una población castigada por la hoy desaparecida minería del carbón y en la que abundan los jubilados y los desempleados.
Mélenchon hacía su intento a costa del descrédito de los socialistas en la región por casos de corrupción. Gérard Dalongeville, alcalde de Hénin-Beaumont entre el 2001 y el 2009, fue destituido a raíz de un caso de facturas falsas y espera juicio para el año que viene. El socialista Philippe Kemel ha insistido en su campaña en que es “el candidato del presidente François Hollande”.
Más allá del objetivo declarado del Frente de Izquierdas, el duelo en Pas de Calais le daba visibilidad al candidato Mélenchon. A la salida de su colegio electoral, una comerciante de Hénin-Beaumont comentaba ayer: “Yo no escondí mi alegría el famoso sábado en que llegó Jean Luc Mélenchon; durante años, la ciudad ha estado llena de carteles del Frente Nacional”. Mélenchon aterrizó por primera vez en Hénin-Beaumont en mayo.
Le Pen, con pantalón vaquero, Mélenchon con corbata roja, ambos se han pateado el territorio de Pas de Calais. El enfrentamiento ha tenido sus momentos de escándalo. El Frente Nacional acusó a Mélenchon de querer llenar la región de inmigrantes sin papeles, y distribuyó un panfleto falso del Frente de Izquierdas en árabe y con el color verde del islam. Los dos candidatos se dijeron de todo durante la campaña. Al final, por parte de Le Pen quizás no hacía falta tanto esfuerzo.
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