La UE prevé aprobar hoy la reforma del Tratado Schengen, que mantiene los actuales supuestos para restablecer los controles limítrofes entre los Estados miembros y limita la posibilidad de cerrar temporalmente sus fronteras con terceros países.

Este es uno de los asuntos más destacados del Consejo de Ministros de Justicia e Interior que se celebrará hoy y mañana en Luxemburgo.

La UE prevé alcanzar un compromiso para reformar el Tratado Schengen que elimina las fronteras interiores en Europa, una vez que el nuevo Gobierno francés ha rebajado la oposición del anterior a la medida.

Alemania, otro de los detractores de la reforma, tiene ciertas reticencias a ceder más competencias a la Comisión Europea (CE) en asuntos de seguridad fronteriza, mientras que España sí es favorable a la medida, según las mismas fuentes.

La reforma incluye el establecimiento de los controles fronterizos por parte de un país de la UE bajo determinadas condiciones y permite la salida temporal de un Estado de la zona Schengen en el marco de un proceso que requiere la aprobación de la CE y de la Unión.

Los Estados miembros seguirán contando con la posibilidad de restablecer temporalmente los controles de forma unilateral en caso de «circunstancias excepcionales», o sea, cuando exista «una amenaza grave para la seguridad pública».

En eventos de carácter previsible, como cumbres políticas, competiciones deportivas u otros grandes acontecimientos, los controles fronterizos deberán limitarse a 30 días, aunque existe la opción de prolongarlos. Ante casos urgentes, como la amenaza de un ataque terrorista, los controles pueden aplicarse de forma inmediata durante 10 días, ampliables.

Según la nueva modalidad, los países podrán llevar a cabo controles en las fronteras o cerrarlas ante situaciones como una afluencia masiva de inmigrantes , incluso si no supone riesgos para la seguridad pública. Para ello, se establece un procedimiento que requiere el visto bueno de la Comisión Europea.