Dos extremistas a golpes por un escaño
Mélenchon demanda por «maniobra electoral fraudulenta» a Le Pen, con quien pelea por un asiento en la Asamblea Nacional, y ella le acusa de «amenazas físicas»
El Mundo, , 06-06-2012Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon se profesan un odio visceral y no pueden evitar hacer gala de este sentimiento en todas sus alocuciones públicas. La presidenta del Frente Nacional (FN) y el líder del Frente de Izquierdas (FI), que se disputan un puesto de diputado en las elecciones legislativas francesas del 10 y el 17 de junio, ya protagonizaron un duelo extremo en los pasados comicios al Elíseo y ahora han llevado su enfrentamiento incluso a los tribunales.
Le Pen acusó ayer a Mélenchon de «insultos y amenazas físicas» durante una entrevista en la emisora France Info, respondiendo a la demanda judicial presentada por éste, el día anterior, ante el Tribunal Correccional de Béthune (Pas-de-Calais) por un presunto delito de «maniobra fraudulenta con el propósito de inducir a error». «No se entiende la complacencia de la que goza. Las amenazas físicas de ese señor contra mí deberían escandalizar a toda la clase política», se quejaba en las ondas la candidata del FN. «Durante meses de campaña presidencial permanecí estoica a los insultos».
El caudillo revolucionario y la dirigente ultranacionalista pelean, en esta nueva cita con las urnas a dos vueltas, por el escaño correspondiente a Hénin-Beaumont en la undécima circunscripción del departamento norteño de Pas-de-Calais: una ciudad industrial donde la tercera clasificada de sufragio presidencialista del 22 de abril fue consejera municipal de 2008 a 2011 y donde tiene su feudo electoral.
La lucha entre estos dos personajes vehementes ha ido subiendo en temperatura desde que Mélenchon anunció hace unas semanas que se presentaría en la tradicional circunscripción de su enemiga: «Va a ser una batalla homérica con un simbolismo poderoso, porque ésta es la cuna del movimiento obrero francés y el lugar donde Le Pen, por bravuconería, ha decidido instalarse».
La respuesta desde la trinchera de la Agrupación Azul Marine como ha rebautizado a su formación política de cara a esta campaña no fue otra que imprimir y difundir, hace unas semanas, unos panfletos que pedían en francés y en árabe el voto para su rival, en los que aparecía una foto de Mélenchon bajo una bandera argelina junto a una frase que pronunció en un mitin el 14 de abril: «No hay futuro para Francia sin los árabes y los bereberes del Magreb».
Aunque en dichos pasquines no aparece ninguna mención, Le Pen reconoció que fueron los militantes del FN quienes los distribuyeron, a la luz del día, para mostrar que su contrincante es favorable a la inmigración descontrolada. Según la abogada del Frente de Izquierda Raquel Garrido, estos hechos infringen el artículo L97 del código electoral, así como el artículo 226-8 del Código Penal, y le podrían costar a la enérgica rubia una pena de un año de cárcel y hasta 15.000 euros de multa. «Marine Le Pen es una delincuente», ha declarado a L’Express.
No parece que Le Pen se haya asustado demasiado por la denuncia, puesto que hace unos días amenazó con imprimir nuevas octavillas alusivas a su oponente. Y este fin de semana, en el único debate televisado en el que ha coincidido con Mélenchon, no ha escatimado insultos sobre el plató de France 3. «Inmigracionista loco», llamó al hombre que consiguió un honroso cuarto puesto inmediatamente detrás de ella en los comicios a la Presidencia, tras señalar que sus quejas eran «lloriqueos patéticos propios de damisela».
«Se ha sacado de la manga un truco y la hemos pillado, a usted y a los gorilas que han distribuido los panfletos», se ufanaba el dirigente radical. Pero su antagonista es una dura encajadora: «Si hubiera querido hacerlo en secreto, no habría enviado a mis 100 militantes a la luz del día», respondía. «No tenga miedo de sus posiciones, señor Mélenchon, usted quiere abrir la circunscripción a los gitanos y a los clandestinos…». «¡Y a los marcianos también, señora!», la cortó el patrón del FI.
Esta recta final de campaña está siendo especialmente agitada para Marine, que ayer se quejó igualmente de no haber sido invitada al Elíseo por François Hollande, dentro de la ronda de conversaciones que el presidente electo está teniendo con los líderes de los principales partidos representados en la Asamblea Nacional, de cara a preparar la próxima cumbre del G-20 en México. Como el Frente Nacional carece de diputados en esta legislatura, el nuevo jefe del Estado se ha aferrado a este hecho para evitar recibir en palacio a la rubia peligrosa. «Me parece un escándalo porque presido la tercera fuerza política del país y represento al 18% de los electores», se indigna le Pen.
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