De haber cumplido sus objetivos, habrían degollado al príncipe heredero Federico y a los más importantes futbolistas de Dinamarca. Cuando fueron detenidos por la policía, a los cuatro integrantes de una célula yihadista condenados ayer en Copenhague a 12 años de cárcel cada uno sólo les faltaban unas pocas horas para lanzar su ataque contra una entrega de premios deportivos denominada Revelación del año, que se celebraba el 29 de diciembre de 2010 en una sala del edificio donde se encuentran las redacciones de los diarios Jyllands-Posten y Politiken, pertenecientes ambos a la misma empresa editora.

Los terroristas, tres suecos de origen árabe y un tunecino, pretendían vengarse por la publicación de las viñetas de Mahoma en Jyllands-Posten en septiembre de 2005. Estaba previsto que el atentado fuese tan cruento que la fiscal del caso, Gyrithe Ulrich, había pedido que los castigos no fuesen inferiores a 14 años de prisión. «Este caso es distinto a otros anteriores y, por tanto, las sentencias deberían ser más severas», señaló Ulrich. «Los acusados estaban a punto de ejecutar su acción. No se trataba simplemente de preparativos previos, como hemos visto en otros casos en los que sólo dio tiempo a comprar material para la fabricación de bombas. Tenían munición para matar a más de 100 personas y sabemos que deseaban asesinar al mayor número posible de asistentes al evento».

El ataque, según escuchas realizadas por los servicios de inteligencia danés y sueco, debía ser parecido al llevado a cabo contra el teatro Dubrovka de Moscú en 2002, que costó la vida a 129 personas. Durante el juicio pudo escucharse una conversación mantenida en un apartamento situado en Järfälla, cerca de Estocolmo: «Tienen que morir todos menos las mujeres», ordena el jefe del grupo. «No tenemos ninguna exigencia que les permita ganar tiempo. Matad a todos los que veáis».

Durante un mes, la policía estuvo grabando a los terroristas hasta el mismo día en que los detuvo. En la mañana del 29 de diciembre, los tres encargados de perpetrar el atentado se dieron cita en un piso de Herlev, un suburbio de Copenhague. En el tribunal se pudo oír que primero rezaban y luego uno de ellos decía: «Cuando estéis con los infieles, atadles las manos y cortadles el cuello».

Desde 2007, la policía danesa ha frustrado nueve planes terroristas relacionados con las viñetas de Mahoma. Sólo uno de los ataques llegó a producirse. El 1 de enero de 2010, un somalí relacionado con la organización yihadista Al Shabab entró armado con un hacha en casa de Kurt Westergaard, autor del dibujo más polémico. La policía lo hirió cuando trataba de entrar en el cuarto de baño en que Westergaard se había refugiado. En junio de 2011 fue condenado a 10 años de cárcel tras cuyo cumplimiento será expulsado de Dinamarca.