Arroces de Guinea, sopas chinas y butifarras. Fiesta gastronómica en el colomense Fondo organizada por los comerciantes del barrio. Y es que hay que recuperar posiciones… Los que pescan en la rabia y la frustración de la crisis tienen cada vez más adeptos.

Fondo Comerç fue de las primeras entidades de catalanes de siempre en tener a una china en su junta y en asociar a los tenderos extranjeros. Un trabajo de vertebración fundamental en un rincón metropolitano ultradenso, donde la mitad de los vecinos son inmigrantes .

Pero estas entidades se ahogan. Dicen que las dificultades para cobrar las ayudas de las administraciones son un problema, pero agregan que es más grave que su cuantía depende en buena parte de los ingresos que pueden obtener. Y ahora los comerciantes no están para pagar cuotas.

El resultado es que peligra la vertebración social de los barrios más humildes. La fiesta de ayer en la plaza del Rellotge, en la que volvieron a mezclarse todos los colores del mundo, es más necesaria que nunca. Al otro lado de la calle están las nuevas asociaciones, a las que no les importa cobrar o no las cuotas, las que sólo propugnan que los de aquí van antes. Tras el ascenso del voto extremista en las últimas municipales, este otoño Fondo Comerç y otras cincuenta entidades fundaron Santa Coloma Conviu, la coordinadora por la convivencia, un dique de contención contra la rabia. Abrieron así un frente común para llegar hasta donde no llegan las administraciones, para revitalizar el maltrecho tejido asociativo local, un tejido básico cara a integrar, primero, a aquellos andaluces que llegaron durante los sesenta y, luego, a los extracomunitarios. Santa Coloma siempre fue tierra de acogida.