La pobreza infantil ha crecido en Catalunya más que en el resto de España durante los últimos años. Así lo refleja un informe de Unicef Catalunya, que si bien no entra en las causas de este desfase apunta al peso desequilibrante de los hijos de los inmigrantes , que son quienes se llevan la peor parte del impacto de la crisis.

Los datos de Infància a Catalu

nya 2012-2013 indican que el 23,8% de los menores de edad de Catalunya viven bajo el umbral de la pobreza. Eso significa que la pobreza afecta a 325.000 niños, uno de cada cuatro, y que entre el 2008 y el 2010 se ha pasado del 18,5% al 23,8%. En el conjunto del Estado español, la pobreza se había estabilizado entorno a un 24% y hoy supera el 26%, pero ha crecido tres puntos menos que en Catalunya. Se considera que se hallan por debajo del umbral de la pobreza aquellos que perciben menos del 60% de la media de los ingresos anuales por hogar. Y con los datos del INE del 2010 el umbral de la pobreza para una familia de dos adultos y dos menores de 14 años se situaba en 16.476 euros anuales.

Uno de los puntos que denuncia Unicef Comitè Catalunya es la desigualdad en el acceso a los servicios, la exclusión social y la vulnerabilidad en el ejercicio de sus derechos por parte de los hijos de los inmigrantes . El número de niños extranjeros que viven en Catalunya (234.268) representa cerca de una cuarta parte de los que viven en España (1.005.945). Si bien los extranjeros que tienen entre 0 y 17 años representan el 17,1% de la población infantil en Catalunya, en la provincia de Girona el porcentaje llega al 24,1% y en la de Lleida al 22,5%. Esta situación de mayor vulnerabilidad se traduce en que la tasa de riesgo de pobreza es del 45% entre los hijos menores de edad con padres extranjeros no comunitarios, mientras que para los hijos de padres autóctonos es de un 18%. Unicef también recoge otro dato preocupante: se estima que 8 de cada diez alumnos gitanos que empiezan 1º de ESO abandonan antes de acabar la secundaria obligatoria, en este caso en datos para toda España.

El informe se centra también en los pésimos resultados del ámbito educativo y en la necesidad de reducir el abandono escolar y ofrecer una formación profesional a los adolescentes que salen el sistema educativo sin ningún título. Tan sólo el 76% de los alumnos que finalizan la ESO en Catalunya obtienen el título de graduado en secundaria y además un 29% de los jóvenes que tienen entre 18 y 24 años no finalizan sus estudios postobligatorios.

Una de las conclusiones importantes que ayer explicaron Marta Arias, directora de sensibilización y políticas de infancia de Unicef España, y Guiomar Todó, coordinadora de Unicef Comitè Catalunya, es que “la tendencia a la infantilización de la pobreza no es consecuencia de la crisis, ya que las tasas ya eran muy elevadas en el periodo económico anterior”. En todo caso, dicen, la crisis ha agravado esta tendencia y quienes ya están bajo el umbral de la pobreza “han visto empeorar sus condiciones de vida”. Uno de los factores determinantes es el paro, la baja remuneración y el carácter temporal de muchos lugares de trabajo.

Jaume Funes, ex adjunto al Síndic de Greuges para la defensa de los derechos de los menores, que ha colaborado en la redacción del informe, considera que la elevada tasa de pobreza que existía ya antes de la crisis se explica por las desigualdades inherentes al sistema social, aunque también está convencido de que las próximas estadísticas pueden reflejar aún un empeoramiento de la situación.