Pujol exige no hablar en castellano a «negros, amarillos u oscuros»
«Es una falta de consideración humana y de país» no dirigirse a ellos en catalán
ABC, , 24-05-2012¿Quién dijo retiro? El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se niega a abandonar la primera línea política y ha encontrado en debates como la independencia o el expolio fiscal un auténtico filón mediático. Ayer hizo extensiva esa estrategia de comunicación a otro combinado controvertido: lengua e inmigración.
Pujol defendió la integración social de los extranjeros a través del catalán y lamentó que se hable a este colectivo en castellano «porque son negros, un poco amarillos o un poco oscuros. O porque además tienen un poco de acento», ya que, aseguró, hay ocasiones en que estas personas hablan en catalán correctamente.
En el editorial publicado ayer por el Centro de Estudios Jordi Pujol, el histórico dirigente convergente asegura que algunos de estos inmigrantes «son gente que hace años que vive y trabaja aquí, que probablemente no volverán ni a Senegal ni a China, y algunos están casados con gente de aquí. Que quieren ser de aquí. Pero hay catalanes de toda la vida que insisten en hablarles en castellano. De hecho se niegan a admitir que aquel senegalés, aquel chino o aquel marroquí él y los suyos puedan ser catalanes. Cuando justamente lo que deberíamos hacer es agradecer su esfuerzo y su voluntad, su opción de ser catalanes».
Pujol califica de «falta de consideración personal y humana y también de país» que se hable a estas personas en castellano. «Estas personas hacen un mal servicio a nuestra sociedad y a nuestra identidad catalanas. Y a nuestro futuro colectivo», dijo.
Este comentario va precedido de un largo preámbulo dedicado a la inmersión lingüística «que está en el punto de mira de gente hostil». Lo hace a partir de una experiencia personal, la vivida con cuatro estudiantes que hace unos días le entrevistaron para hacer un trabajo de la Universidad.
«La primera se llama Martínez, la segunda Bermúdez, la tercera López y la cuarta Arellano. Y su profesor, Belmonte», apellidos «de origen no catalán», precisa Pujol, quien se congratula de que estas personas hablen y escriban en catalán correctamente. «Sin inmersión lingüística, aquellas cuatro chicas y su profesor hoy no hablarían en catalán de una forma normal y habitual, ni sentirían el interés que sienten ahora por la lengua, la cultura catalanas, ni se sentirían identificados con Cataluña».
Por todo ello, considera «decisivo» que «los buenos instrumentos y las buenas prácticas integradoras no sean abandonados o suprimidps. Por ejemplo, la inmersión lingüística en la escuela. Que es sabido que algunos sectores políticos quieren suprimir o dejar como residual».
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