Salt permite abrir centros de culto en los bajos de los edificios
La Vanguardia, , 22-05-2012Salt ha decidido permitir la apertura de centros de culto en los bajos de edificios. Esta modificación del plan general de ordenación urbana, aprobada ayer en el pleno e impulsada por el equipo de gobierno de CIU, supone un nuevo giro a la política municipal. Según el alcalde de Salt, Jaume Torramadé, “la medida va destinada a regularizar la situación de las pequeñas confesiones, así como a asegurar un mayor control sobre los oratorios”.
Estos locales deben, sin embargo, cumplir una serie de requisitos: tener una superficie de menos de 120 m2 y un aforo máximo de 60 personas para evitar aglomeraciones. Además, tienen que disponer de un acceso independiente al edificio y cumplir todos los criterios en cuanto a seguridad, aislamiento y salubridad que requiere la normativa, como los elementos necesarios en caso de emergencia. El alcalde, quien aseguró que se respetará a los vecinos, señaló que la realidad en el municipio es distinta a la de hace hace unos años.
Las zonas donde se podrá construir nuevos centros de culto quedan a partir de ahora bien delimitadas. Se excluyen los bajos de los inmuebles de sectores con baja densidad de viviendas, como el Barrio Viejo, el Veïnat y las casas unifamiliares de la Massana. Sólo se podrán establecer en bajos de edificios comunitarios. En el barrio Centro queda prácticamente abierto, y no se podrán abrir en zonas residenciales.
El polígono de Torremirona, uno de los espacios reservados por el anterior Consistorio liderado por la socialista Iolanda Pineda para cumplir la ley catalana de centros de culto, queda ahora blindado a los usos religiosos. No obstante, la mezquita de las entidades Al Hilal y Magribins per la Pau y el centro de culto de la Iglesia evangélica se podrán proyectar porque dichas entidades ya empezaron los trámites y solicitaron las licencias para establecerse en el polígono antes del veto a los nuevos centros. Pero si deciden renunciar al proceso, los terrenos pasarán a ser industriales, según fuentes municipales.
La norma aprobada ayer prevé que las confesiones puedan establecerse en zonas reservadas para equipamientos comunitarios, aunque en este caso el procedimiento es mucho más complejo.
La apertura de nuevos centros de culto lleva años provocando discrepancias en Salt, una población con un 40% de inmigración y que actualmente cuenta con la presencia de la xenófoba Plataforma per Catalunya.
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