María Concepción González Novoa lleva al frente de la guardería de A Farixa desde 1989. Se trata de un centro con 95 niños y 16 trabajadores entre los que hay 9 educadores, 4 camareras limpiadoras; 1 oficial de primera en cocina, 1 ayudante de cocina y la directora. Aquí se le da el desayuno diario a unos 15 pequeños; al almuerzo asisten 80 niños y a la merienda, alrededor de 85. Los bebés toman sus biberones, los de 1 a 2 años papillas y los de 2 a 3 años ya mastican. «Tenemos una buena cocina y curiosamente el pescado es lo que más les gusta», señala la directora. El secreto es que no lleva espinas y está bien condimentado. Los niños comen de todo, muchos, porque ven al compañero y se animan a probar. «Tienen una capacidad increíble y son muy autónomos, algo que no se ve en los que están en casa», señala González Novoa. La guardería es un magnífico espacio de socialización.

Un 23% son hijos de padres inmigrantes ; otro 6%, hijos con la madre o bien el padre inmigrante. Hay pequeños senegaleses, rumanos y de varios países de América del Sur.

En este centro no pudieron entrar 126 niños. Fueron adjudicadas 42 plazas vacantes pero aún se puede alegar. Un detalle que se está dando en general en la provincia es la edad de los padres. Suelen ser más jóvenes los padres inmigrantes , que rondan los 25 y los 30 años. Los padres ourensanos con niños en la guardería se hallan en la franja de los 30 a los 35 años. Y son pequeños de familias mixtas y también monoparentales.

Esta guardería ofrece seis unidades en jornada de día y una más en jornada de tarde. Los teléfonos no dejan de sonar pues hay padres que quieren saber si queda alguna posibilidad todavía para meter a sus niños en estos centros, por exigencias laborales.

María Concepción González directora de la escola infantil a farixa