Una webserie en Sant Andreu

La Vanguardia, ÓSCAR MARONDA, 21-05-2012

Adolescentes de diferentes procedencias participan en el proceso de creación de la serie online Kdm;) donde plasman sus opiniones sobre la multiculturalidad, las drogas, el sexo o el futuro Son las 17.30 horas de la tarde. La antigua hilatura del siglo XIX Fabra i Coats, situada en Sant Andreu y reconvertida en fábrica de creación, empieza a llenarse de jóvenes de entre 14 y 18 años, cada uno con su propio estilo. En un cuarto de hora tienen reunión para montar la escena del viernes y del sábado para la webserie que preparan desde el pasado mes de abril. Se titula Kdm;), en alusión a la escritura sms, abreviada y espontánea, y a la facilidad de entenderlo en catalán y castellano.

La historia gira en torno a unos jóvenes barceloneses emprendedores y de diferentes procedencias culturales que montan un canal de televisión por internet con espacios de noticias, debates y de entretenimiento, a partir de los cuales expresan sus opiniones e inquietudes. Es una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, a través del Districte de Sant Andreu y del Comisionado de Inmigración, juntamente con el Laboratorio de Producción Audiovisual Cinecittà del Espai Jove Garcilaso.

Pablo Herrera, argentino, director del proyecto, se reúne con un total de 14 jóvenes –que forman parte de un equipo de 70 personas, incluidos los técnicos– en una sala improvisada que montan con unas cuantas mesas y sillas en medio de un enorme espacio con alguna cortina, sofás y unos trípodes fijos.

Empieza la reunión y Pablo les plantea cómo rodar la escena exterior de esta semana, en que tienen que conducir en coche. “Es que yo no sé conducir”, le dice uno de los actores. Entonces, les comenta Pablo, “no hacemos ningún diálogo y ponemos imágenes de recurso”. Pero los jóvenes acuerdan preparar un diálogo, creen que da más dinamismo a la escena. Otra de las cuestiones que se abordan es el tipo de plano que utilizarán. El plano en movimiento es más difícultoso y los chavales no están seguros de que salga bien. Pero el director les tranquiliza diciéndoles que si no funciona, “pondremos un plano fijo y ya está, pero al menos lo habremos intentado”. Otro de los problemas que expone una chica es sobre las cajas de cartón que han pintado en varios colores y que tienen que cerrar para utilizarlas como decorado de los platós. “Es que no cierran bien”. Pablo le aconseja que coja cola blanca o cemento de contacto. Y les dice: “Tenéis que imaginaros cómo quedará montada la escenografía, incluso con las luces, por lo que reuniros los de Arte, Iluminación e Imagen y acabad de concretarlo”.

DIFERENTES DISCIPLINAS

Cada uno de estos jóvenes tiene asignada un área diferente. Hay hasta ocho: dirección, interpretación, guión, imagen, sonido, banda sonora, maquillaje y arte. Son las disciplinas en las que se sienten más cómodos y a las que aspiraron a través de un cásting online, otro presencial y una entrevista personal. En octubre iniciaron unos talleres formativos de seis meses donde expertos en el entorno audiovisual les dieron la base para llevar a cabo la filmación de la webserie.

Muchos de ellos ya tenían experiencia en este mundo. Algunos a través de cortometrajes, como Pablo, de 16 años, uno de los actores: “Me sirvió para coger experiencia en un rodaje, pero esto es totalmente diferente, me dan la posibilidad de participar más activamente, de dar mi opinión”. Y añade: “Ahora tengo la oportunidad de perseguir el sueño de ser actor”.

Otros a través de pequeñas incursiones en el teatro. Este es el caso de Berta, actriz, de 18 años, con bagaje en el teatro musical: “Es muy diferente trabajar en un teatro, donde no hay margen para el error, que delante de una cámara, donde puedes repetir la escena y perfeccionar la interpretación”. Marc, de 17 años y del equipo de Imagen e Iluminación, también ha hecho sus pinitos en el mundo del teatro: “En el Àtrium Viladecans ayudo en los montajes, pero me faltaba formación, por eso vine aquí, para experimentar cosas nuevas y realizar un cortometraje en el que llevo pensando desde hace tiempo”.

Ishak, marroquí, de 18 años y actor, sólo se plantea vivir la experiencia: “Nunca se sabe lo que puede pasar, si me surge una oportunidad, por supuesto que la aceptaré, pero de momento me quedo con lo que aprendo y comparto con mis compañeros”. En la misma línea se expresa Anna, de 16 años, del equipo de Arte, que tiene bien claro que será periodista: “El contacto con ellos, la planificación de cada escena, montar los materiales… todo son experiencias que me pueden servir en el futuro”.

Sofía, de 16 años, también está cumpliendo su sueño componiendo la banda sonora de la serie. Aunque toca en el Conservatori de Barcelona, reconoce que su participación le permite “saber cómo hacer un rodaje a partir de la música”.

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