La Consejería de Bienestar Social va a trabajar con entidades y organizaciones sin ánimo de lucro dentro del marco competencial de la Ciudad Autónoma, «en función de la situación actual en la que estamos». Explicó María Antonia Garbín que por lo que va a apostar la Administración local es por acomodar la situación económica «al presupuesto y a la ciudad».

En declaraciones a COPE, apuntó que este año se van a mantener «e incrementar incluso» los programas acordados con Cáritas Interparroquial para erradicar la pobreza y ayudar al pago de los alquileres a las familias que más lo necesitan, así como con la Conferencia Virgen de la Luz. «Vamos a seguir reforzando estos programas, porque hablamos de prestaciones básicas, pero los otros convenios prácticamente van a desaparecer, porque la línea de trabajo no es la actual», indicó la consejera.

A modo de ejemplo, se refirió a los programas de acogida e integración de inmigrantes que, avanza, desaparecen por la línea de recortes que se ha marcado «y porque, además, hay que destinar más dinero a prestaciones básicas». «Hay que acomodar la actuación de los servicios sociales a la situación actual de España y de la ciudad de Melilla. Por lo tanto, sí reforzamos el marco de colaboración con determinadas entidades y hay otras organizaciones que, evidentemente, irán a menos porque la situación actual no lo permite», aclaró.

Familias «al límite»

No en vano, reconoce María Antonia Garbín que la Consejería de Bienestar Social se tiene ahora que enfrentar a situaciones «muy difíciles». A lo que no se estaba «acostumbrado» era a la atención a familias «que están al límite», familias que, con la llegada de la crisis, comienzan a desestructurarse, «empiezan a tener problemas». «Es muy duro ver cómo hay familias que se derrumban y ya hay que trabajar en ese ámbito, en el familiar, ya no sólo en el económico», reflexionó.