Moros, cristianos y senegaleses
Un grupo de musulmanes oriundos de Senegal participará en el tradicional desfile y la batalla festiva del domingo en Lleida
La Vanguardia, , 18-05-2012Yo soy de aquí, aunque senegalés de origen, mis hijos son de aquí. La fiesta de moros y cristianos es una muy buena ocasión de colaborar y participar en un acto ciudadano de gran colorido y repercusión”. Moussa Ba es el presidente de la Asociación de Senegaleses de Lleida, el primer colectivo africano de religión musulmana que este año participará activamente en el desfile de la ya tradicional batalla entre sarracenos y cristianos, encuadrado entre las comparsas moras, evidentemente. Los senegaleses lucirán sus trajes tradicionales y estarán acompañados por sus mujeres. La danza y la música están garantizadas con la colaboración de tres músicos de la misma nacionalidad residentes en Guissona, especialistas en tocar el jembé, un tambor de piel de camello.
Teresa Mayoral, presidenta de la asociación de Moros i Cristians, se muestra tan satisfecha como Moussa por el convenio firmado entre ambas partes. “Nos gustaría que fuera un ejemplo para que otros colectivos o personas a título individual, de cualquier raza o religión, participaran en una fiesta que quiere unir más que separar”.
La asociación de senegaleses tiene unos mil socios en Lleida de los 3.313 ciudadanos de esta nacionalidad que viven en toda la demarcación. “Cuando planteé la propuesta en la asamblea hubo gente que se entusiasmó. Estamos ensayando en la plaza Ereta. Es un acuerdo muy importante para nosotros. Vivir aquí significa copiar costumbres y normas de vida, por eso hay que saber copiar”, afirma este senegalés de 39 años, licenciado en Geología y que se gana la vida en la empresa municipal de limpieza.
El portavoz de los senegaleses afirma que no le gusta la palabra
integrarse. Prefiere adaptarse. Moussa está muy agradecido por la ayuda recibida por la Paeria, que les ha permitido poder comprar los tambores. Son uno de los colectivos de la inmigración leridana más bien organizados. “Nuestro país es la democracia más antigua de África”, dice con orgullo.
El desfile y posterior batalla entre los dos bandos de este año contará con la participación de 1.500 personas integradas en tres comparsas moras, Aloleridis, Musa y Banu-hud, y tres cristianas, Anglesola, Pallaresos y Urgellencs, todas con su correspondiente banda de música, además de diables y los Hospitalers de Ciutadilla. Arnau Mir de Tost, el capitán cristiano, en realidad el concejal Oriol Yuguero, ha conseguido reclutar nuevas fuerzas y este año con toda seguridad conseguirá arriar la bandera de la media luna que ondea desde el pasado año en las murallas y sustituirla por la de los cruzados. Le plantará cara el caíd de Madina Larida, Almudefar VI, Mohami Antoni Aluja, abogado leridano, residente en Reus y representante legal de asociaciones magrebíes, también conocido como “el moro de la costa”.
La fiesta tiene su punto más álgido de color, música y movimiento de corazas, espadas y escudos –el boato– con el desfile, que empieza a media tarde y recorre todo el centro histórico, y la batalla, al anochecer, que este año se ha trasladado al puente levadizo de la Seu Vella. La fiesta de Moros i Cristians de Lleida es la única manifestación de este tipo recuperada que se celebra en Catalunya.
Participar en este día de gloria y de convivencia entre culturas es sumergirse en un mundo lleno de reglas, fechas señaladas, rituales y rotación de cargos como el de abanderado, barón, caíd o capitán, además de los ensayos.
Cada miembro de las comparsas se costea personalmente su indumentaria, coraza, turbante o capa. La fiesta ha visto disminuidas las ayudas públicas y todo el presupuesto suma este año unos 70.000 euros.
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