El arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, presenta esta tarde en A Coruña su libro Confiado en tu palabra, Señor, una compilación de pensamientos que transmiten la acción de la Iglesia en el ámbito de la atención a los que sufren problemas de salud.

-¿Es una recopilación de sus reflexiones coincidiendo con la conmemoración del Día del Enfermo?

-Sí, desde que fui nombrado arzobispo, en 1997, he intentado acompañar año a año con una reflexión a los enfermos y a las personas que sufren. Es la preocupación que han tenido estas cartas, sin otra finalidad que mostrar simpatía y cercanía.

-El impacto de la crisis se prevé superior en los colectivos de enfermos.

-Creo que a nosotros mismos, nuestros familiares o amigos, a los que conocemos lo que es la enfermedad, esta nos recuerda la fragilidad del hombre y nuestra debilidad. El hombre es, aunque no solo eso, un ser que sufre. No podemos dar la espalda a la realidad del dolor y del sufrimiento, que nos plantea interrogantes en esta realidad.

-Históricamente, el papel de la Iglesia ha sido destacado en el terreno de la asistencia, sobre todo con los más sensibles o con menos recursos. ¿Cómo afronta la actual situación ante los recortes anunciados en sanidad que afectarán de forma directa a colectivos como los inmigrantes sin papeles?

-No debemos escatimar medios a la hora de dar respuesta a esta situación. La Iglesia siempre ha estado muy presente en esta realidad, puesto que Cristo predicaba y curaba a los enfermos. Esa sintonía y preocupación, esa proximidad y seguimiento a las personas enfermas ha estado siempre presente, dentro de nuestras posibilidades, en la Iglesia. Con los inmigrantes es una realidad, y no podemos mirar para otro lado. Tenemos que afrontarla.

-La Iglesia se ha posicionado muy claramente ante decisiones adoptadas por la Administración. ¿Lo hará con respecto a los recortes sanitarios?

-Espero que sea una cuestión que se replantee. Entiendo que si, por las razones que sea, el Estado no puede afrontar esas situaciones, haría una llamada al conjunto de la comunidad cristina para que nadie quede al margen de la atención.

-¿Un mensaje al Gobierno?

-El mensaje en este caso es que se hagan todos los acuerdos que sean precisos para que nadie se quede al margen de la atención sanitaria necesaria.