Por primera vez en la historia de Grecia, un país que sufrió la ocupación nazi y luego una dictadura militar, un partido neonazi se sentará en el Parlamento. Se trata de Chryssi Avghi (Aurora Dorada), cuyo logo recuerda a la esvástica y es abiertamente xenófobo. Habría obtenido entre el 6% y el 8% de los votos. Fundado en los ochenta, el grupo permaneció en semiclandestinidad durante años. Su aparición en la escena política se debe al apoyo cosechado en los suburbios obreros de las grandes ciudades, donde en los últimos meses incluso ha repartido comida y ropa entre parados y jubilados, los colectivos más golpeados por la crisis. En las elecciones locales del 2010, entró en el consejo municipal de Atenas. Entonces, su líder, Nikolaos Michaloliakos, entró en el consistorio haciendo el saludo nazi. Su discurso culpabiliza a los inmigrantes de copar los recursos que deberían ser para los griegos, y propone la expulsión inmediata de todos los simpapeles. No son sólo palabras: la policía ha acusado a integrantes de Aurora Dorada de estar detrás de al menos dos ataques violentos contra inmigrantes .