Elisabete Domínguez, Vicepresidenta de la Asociación Ndank Ndank
«Queremos mejorar la realidad de los senegaleses aquí y allí»
Se estrechan los lazos de Senegal y Bergara tras la presentación el viernes de un colectivo para la cooperación
Diario Vasco, , 06-05-2012El empuje de una joven profesora de apoyo de alumnos sordos y un grupo de amigos, oriundos y otros senegaleses, han permitido poner en marcha una propuesta de conocimiento mutuo y cooperación. Ndank Ndank Elkartea ‘poco a poco’ es una realidad.
-Hace unas horas celebraron el viernes la presentación de Bergarako Senegaleko Lagunen Elkartea Ndank Ndank, ¿cómo les ha ido?
-Estamos satisfechos de la respuesta que nos han dado los bergareses. Ndank Ndank Elkartea es una asociación mixta creada por personas senegalesas y bergaresas con el objetivo de mejorar la realidad de las personas senegalesas en nuestra localidad y en Senegal.
-Destaca usted ese carácter mixto, ¿cómo nace y qué riqueza aporta ese hecho?
-Hace un año aproximadamente conocí a una persona senegalesa y poco a poco creció mi interés sobre su país, cultura e idioma, el wolof. Empecé a aprender saludos y vocabulario básico, y para progresar empecé a conocer a más senegaleses. Establecí una relación de amistad con Mamadou y Souleymane, que un día me plantearon la idea de crear la asociación. Me pareció muy interesante. Empezamos a buscar gente interesada en unirse a nuestro proyecto y a realizar los trámites necesarios para registrarnos como asociación. El hecho de que haya senegaleses en el proyecto nos parece imprescindible, ya que son ellos los que realmente conocen la realidad de su país y las necesidades como residente entre nosotros.
-¿Qué objetivos han dado a conocer y qué proyectos concretos?
-La asociación se ha creado para dar respuesta a dos objetivos principales. Por una parte, fomentar la interculturalidad entre vascos y senegaleses para ello hemos previsto realizar actividades culturales, gastronómicas y deportivas. Creemos que para que se dé una integración positiva es importante el mutuo conocimiento y respeto. De otra parte, queremos llevar a cabo proyectos educativos y sanitarios de cooperación al desarrollo en Senegal. Empezaremos en Dionewar, en la región de Fatik, localidad de origen de la mayoría de los senegaleses que viven en Bergara.
-¿Qué otros proyectos tienen a medio y largo plazo?
-Muchas ideas en mente para dar sentido a los dos objetivos principales. Aun así, siendo fieles a nuestro nombre, iremos ‘ndank ndank’, es decir, paso a paso. A corto plazo y para hacernos más presentes en la interculturalidad participaremos en Mundumira, un equipo de fútbol de senegaleses competirá en el campeonato de verano de fútbol de Ipintza, y en julio tenemos intención de realizar una fiesta senegalesa. Además hemos empezado a trabajar en un proyecto educativo de cooperación al desarrollo para llevar a cabo en Dionewar. En abril tuvimos la oportunidad de reunirnos con los responsables de educación y sanidad de la localidad. Conversamos sobre las necesidades que se observan, y entre todos decidimos que lo prioritario era la reforma de las aulas, que no cumplen los mínimos de seguridad e higiene, y la construcción de baños y de un muro que delimite el colegio.
-Acaba de regresar de África, ¿qué impresión general trae?
-Ha sido una experiencia muy enriquecedora. He tenido la oportunidad de conocer la realidad de Senegal de mano de dos fantásticos guías como Mamadou e Souleymane. Las necesidades son muchas. Una de las cosas que más me ha sorprendido es que hay localidades donde no hay ni escuela ni centro de salud. El gobierno no proporciona ninguna ayuda hasta que los ciudadanos construyen con sus propios recursos su escuela o ambulatorio. Los datos son alarmantes, en algunas zonas hay un médico por cada 50.000 habitantes. Con respecto a educación, hay entre 60 y 70 alumnos por aula. Me impresionó el recibimiento que nos hicieron. La fama que tienen de ser el país de la ‘teranga’, hospitalidad. Todos y todas comparten lo que tienen, por poco que tengan, y aún siendo conscientes de la falta de recursos y dificultades de su país, viven el día a día felices y miran al futuro con optimismo.
-En plena recesión ¿qué respuesta espera y cómo pueden colaborar los bergareses?
-Sabemos que no es el mejor momento económicamente hablando para iniciar un proyecto de este tipo, pero tenemos la ilusión y esperanza de conseguir implicar a la gente. De hecho, acabamos de empezar y ya somos 25 socios. Hay diferentes maneras de colaborar. Se puede ser socio pagando una cuota anual de 20 euros, y otra forma es, participando en las diferentes actividades que realizaremos. Los interesados pueden poner llamar al 677. 705.356, ndank.ndank.elkartea@gmail.com o a través de nuestro perfil de Facebook. El colectivo se reúne cada viernes, de 17 a 19 horas, en el kultur etxe.
-Hasta la fecha, ¿cómo han sido recibidos entre otros colectivos y las instituciones?
-Desde el principio hemos estado en contacto con la alcaldía y la responsable de Cultura, que nos han ofrecido colaboración, al igual que a diferentes oenegés. También nos han ayudado asociaciones como Anelkar, Harresiak Apurtuz (coordinadora de oenegés de apoyos a inmigrantes en Euskadi) y Biltzen (Servicio Vasco de Integración y Convivencia Intercultural). Además recibimos continuamente ánimos de amigos, familiares y conocidos, que aprovecho para agradecer.
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