“CUANDO no protegemos el trabajo y dejamos de controlar los flujos migratorios, entonces no es la República”. La frase la pronunciaba el pasado jueves el presidente francés y aspirante a la reelección, Nicolas Sarkozy, en un mitin. La campaña presidencial francesa se ha convertido en un interesante espejo en el que la política europea se está mirando con interés, pero en el que también la política vasca está encontrando inspiración, ya sea premeditadamente o no.

Dos cosas, al menos, está dejando esta campaña en cuanto a estrategia política. Por un lado, que el discurso del socialista François Hollande sobre la necesidad de activar el crecimiento económico a costa de sacrificar el control férreo del déficit impuesto por el tándem Merkozy tiene su público. Por otro, que el discurso más escorado a la extrema derecha en materia de inmigración y derechos sociales ha prendido con mucha fuerza en Europa. Ahí está el 18% obtenido por Le Pen en la primera vuelta y no solo en espectros sociales de la derecha, sino en colectivos tradicionales de la izquierda, en estratos obreros que sufren el desempleo y están desencantados con una izquierda que consideran les ha abandonado.

Sarkozy ha dirigido su discurso en esta segunda vuelta fundamentalmente al electorado de Le Pen, también a ese votante que en su día votó socialista. Y esa es una de las preocupaciones que tiene en sus cuentas electorales el PSE, que los populares puedan arañarles espacio por ese flanco. No es nueva la estrategia, pero las ascuas las volvió a azuzar esta semana Antonio Basagoiti con el ya célebre “por una Sanidad para todos, pero primero para los de casa”. El asunto de la supresión de la tarjeta sanitaria para los inmigrantes sin papeles llegó ayer al Pleno de su mano, en un duro cara a cara con el lehendakari.

“Esto no es una cuestión de racismo ni de xenofobia. Se está hablando solamente de derechos y obligaciones. De cotizar o no cotizar”, afirmó Basagoiti. Respondió Patxi López: “Ustedes están diciendo a la gente que si damos servicios a los de fuera, no podemos dárselos a los de casa, pero en realidad, están ocultando que a los que están realmente reduciendo los servicios, no es solo a los inmigrantes, ustedes están reduciendo los servicios a todos los ciudadanos”. “En particular quedan fuera de la cobertura sanitaria las personas no cotizantes, las desempleadas, a no ser que demuestren que no tienen recursos. Mucha gente va a tener que hacer una especie de declaración de pobreza si quiere que se les atienda cuando estén enfermos, solo nos hace falta para mayor humillación que lleven colgado un cartel”, abundó López sobre los recortes sanitarios.

El líder de los populares vascos, no obstante, recordó al lehendakari que su Gobierno también ha tomado medidas de restricción al acceso a ayudas sociales: “No se haga usted la víctima, tenga un debate un poco sensato aquí, que usted mismo, su Gobierno, ha decidido subir de tres a cinco años el tiempo para acceder a la Renta de Garantía de Ingresos”.

El momento más controvertido del debate llegó cuando Basagoiti espetó a López que “usted sí tiene en Euskadi 30.000 vascos sin tarjeta sanitaria. Vascos que han vivido, han nacido, han cotizado en el País Vasco. Y usted es partidario de dársela a las personas que vengan de manera irregular, a beneficio de las mafias y otras cosas”. “Está muy bien que la Sanidad sea para todos. Pero lo que no se puede es pagar la Sanidad de todo el universo”, concluyó Basagoiti. “Hay caminos hacia el abismo, que sabemos cómo empiezan pero no sabemos dónde acaban, o a lo mejor sí, porque tenemos experiencia histórica”, remachó López.